Si quien narra es uno de los personajes, la historia estará contada con su punto de vista. Podremos maniobrar un poco haciendo que el personaje narre los hechos a la vez que los vive (en presente), o, como suele ser más frecuente, tras haberlos vivido (en pasado), y en este caso su perspectiva será algo más amplia (por ejemplo, sabrá en todo momento cómo acaba la historia y podrá adelantarlo), pero nunca podrá contar nada de lo que no tenga conocimiento. Así, no podrá comunicar los pensamientos de los otros personajes.
Si, en cambio, quien narra no es un personaje sino una entidad externa a la historia, su punto de vista ya no tendrá esta limitación, y podremos hacer que narre la ficción con el punto de vista de un personaje, con el de otro, con el de varios a la vez o con el de ninguno.
Lo veremos claro con un ejemplo. En La metamorfosis, de Franz Kafka, el narrador no es un personaje (y por eso narra en tercera persona y no en primera), pero su punto de vista es, aproximadamente, el del protagonista, Gregorio Samsa. Comprobémoslo:
"Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto. Estaba tumbado sobre su espalda dura, y en forma de caparazón y, al levantar un poco la cabeza veía un vientre abombado, parduzco, dividido por partes duras en forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo. Sus muchas patas, ridículamente pequeñas en comparación con el resto de su tamaño, le vibraban desamparadas ante los ojos.
«¿Qué me ha ocurrido?», pensó. "
Aquí, el narrador está "situado" en la misma posición que el protagonista, en su dormitorio, y narra lo que éste ve y lo que piensa: al levantar la cabeza se ve el vientre abombado y las patas, y entonces piensa qué le habrá sucedido. El punto de vista es el del protagonista, por más que no sea él quien narre.
Pero el punto de vista de este narrador perfectamente podría haber sido otro. Por ejemplo, podría haber sido el del padre del protagonista, que no está en el dormitorio de su hijo sino en el comedor:
"El Sr. Samsa estaba desayunando tranquilamente cuando oyó unos extraños ruidos que provenían de la habitación de su hijo. Le llamó, y al no obtener respuesta, pensó que algo raro le debía estar sucediendo. "
También podríamos hacer que el narrador fuese adoptando puntos de vista distintos, primero uno, luego otro, para así poder comunicar los pensamientos de más de un personaje. El narrador no cambiaría, sería la misma voz externa a la historia, pero su punto de vista sí iría cambiando.
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La importancia del punto de vista