Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 582
¨El Misterio de Belicena Villca¨
–La Virgen está encinta, y grita por los dolores del parto y por las angustias del
alumbramiento. Y apareció otra Señal en el Cielo: el Dragón de un rojo encendido, que tiene
mil cabezas y mil ojos, y mil estrellas de David en sus cabezas. Su cola barre las tres cuartas
partes de las estrellas del Cielo y las arroja a la Tierra; y descienden sobre el mar de lejía
comandadas por la estrella Thuban. Y el Dragón también desciende para cuidar del Cordero y
atacar a la Virgen.
– ¿Qué ves ahora?
–El Dragón se detuvo ante la Virgen que estaba a punto de alumbrar, para devorar a su
hijo cuando diese a luz. Y Ella dio a luz un Niño de Piedra, el que ha de regir a todas las
Naciones con un Tridente de Vraja: Führer es el nombre del Niño de Piedra Pero su hijo
fue protegido del Dragón al ser confundido entre las Piedras del Desierto. Y la Virgen se
refugió en el Desierto, donde tiene un lugar dispuesto por el Incognoscible para residir durante
dos mil ciento ochenta y ocho días.
– ¿Qué ves ahora?
–Hay una batalla en el Cielo. Kristos-Lúcifer, y el Capitán Kiev, y los Siddhas Leales, se
levantaron a luchar contra el Dragón. El Dragón presentó batalla y también sus Ángeles
Inmortales, sus Jabalíes y estrellas. Pero no prevaleció ni hubo lugar para ellos en el Cielo.
Fue precipitado el Gran Dragón, el que se llama Jehová y Satanás, el que organiza el
Universo entero; fue precipitado a la Tierra, y sus Ángeles fueron precipitados con él.
– ¿Qué ves ahora?
–Oigo una gran Voz en el Cielo que dice:
“Ahora ya llegó la Liberación
y el Poder y el Reino del Incognoscible,
y el Imperio de su Kristos.
Porque ha sido precipitado el encadenador
de nuestros Camaradas,
el que día y noche los señalaba ante la
vista del Incognoscible.
Pero los Siddhas Leales lo han vencido
con la Sangre Pura,
y por el testimonio de Valor que dieron;
pues no amaron la Vida Cálida tanto
que rehuyeran la Muerte.
Por esto temed, Cielos, y los que moráis en ellos.
¡Ay de la Tierra y del Mar!
Porque ha bajado a vosotros el Diablo,
poseído de grande furor,
sabiendo que le queda poco tiempo”.
– ¿Qué ves ahora?
–Cuando el Dragón se vio precipitado a la Tierra, persiguió a la Virgen que había dado a
luz el Niño de Piedra. Pero la Virgen disponía de las dos alas del Gran Kóndor, y podía volar al
Desierto, a su hogar, donde resistiría por un ciclo, y por dos ciclos, y por medio ciclo, lejos
de la presencia del Dragón. El Dragón vomitó por sus bocas, detrás de la Virgen, lejía como un
Río, para hacer que el Río la arrastrara. Pero el Desierto ayudó a la Virgen. Y el Desierto abrió
su boca y se tragó el nuevo Río de lejía que el Dragón había vomitado; y lo escurrió hacia el
mar de lejía, donde estaba el Cordero y los ciento cuarenta y cuatro mil. Y el Dragón se
enfureció contra la Virgen y se fue a hacer la guerra contra los demás de la descendencia
de Ella, los que exhiben su Marca y tienen el Testimonio de Kristos Lúcifer. Y se situó en
la orilla del mar de lejía.
– ¿Qué ves ahora?
– ¡Veo subir del Desierto un hombre con el Poder de una Bestia! ¡Es un ser mitad hombre-
mitad oso, o mitad hombre-mitad lobo; por momentos es como oso y por momentos es como
lobo; cuando debe enfrentar a las Abejas de Israel es como oso y cuando ha de luchar contra
el Cordero es semejante al lobo! ¡Es el Hijo de la Virgen de Agartha que ha crecido como
Piedra en el Desierto; es el Führer que ha regresado para librar la guerra contra el Cordero y
los ciento cuarenta y cuatro mil! ¡Su rugido atruena la Tierra, y a su paso se levantan las
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