Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 573
¨El Misterio de Belicena Villca¨
demostrará que es un Kshatriya! ¡Y después, muy pronto, nos volveremos a ver durante la
Batalla Final, o en el Valhala!”.
El Espíritu de Belicena Villca me guiaba; estaba seguro de ello; quizás fuese Ella quien
trajera tan oportunamente al Comisario Maidana a Cerrillos. Terminé de sepultar a Canuto al
pie de mi lapacho favorito, y regresé a la casa.
Tío Kurt se había retirado al cuarto superior llevando consigo la totalidad del equipo. Yo
bebí el enésimo café del día y fui apagando las luces hasta llegar a mi cuarto, es decir, al
cuarto que perteneciera a Katalina, y me sumergí rápidamente en la reparadora indiferencia
del sueño.
Capítulo XI
El 6 de Enero de 1980 fue asesinada Belicena Villca.
El 21 de Enero de 1980 experimenté el rapto espiritual de la Virgen de Agartha.
El 28 de Enero de 1980 conocí que tenía un tío Kurt Von Sübermann y partí hacia Santa
María.
El 21 de Marzo de 1980 concluyó tío Kurt el relato de su vida y, esa noche, fui detectado
por el Demonio Bera.
El 22 de Marzo de 1980, a las 0,15 horas, los Demonios intentan exterminar la Estirpe de
los Von Sübermann. De resultas de ello, mueren todos los miembros de la familia, salvo tío
Kurt y Yo.
El 22 de Marzo, a las 8,00 horas llegamos a Cerrillos y comprobamos un quíntuple
asesinato, según la versión policial.
El 23 de Marzo, a las 0,30 horas, viene a traerme su pésame, y a traer protección armada,
el Comisario Maidana.
El 23 de Marzo, a las 5,45 horas, el Comisario Maidana nos informa sobre la existencia de
los “asesinos orientales” y su extraño vehículo.
El 23 de Marzo, a las 7,05 horas, el Comisario de Cerrillos nos mostró los identikits de los
asesinos orientales. A esa hora ya había concebido mi plan hasta el último detalle.
El 23 de Marzo, a las 8,45 horas, convenzo a tío Kurt para que consulte mi plan al Capitán
Kiev.
El 23 de Marzo, a las 10,30 horas, cerramos trato con el Comisario Maidana: nos prestará
ayuda material a cambio de permanecer en el caso.
El 23 de Marzo, a las 20,00 horas, el Comisario Maidana se retira de Cerrillos, luego de
entregarnos los equipos de comando; no volvería a verlo.
El 23 de Marzo, a las 23,00 horas, me acosté a dormir, por primera vez desde la nefasta
noche del 21.
El 24 de Marzo, a las 11 horas, me presenté en la Comisaría de Cerrillos y efectué mi
declaración. No era mucho lo que Yo sabía sobre los asesinatos, y de esto ellos no dudaban,
pues habían verificado mi coartada: para ello enviaron dos policías que realizaron el camino
inverso hasta Santa María, recogieron testimonios sobre nuestro viaje de 0,30 a 8,00 horas,
indagaron a la operadora telefónica, que conocía mi voz por llamar frecuentemente a Cerrillos,
e interrogaron a José Tolaba y a su esposa, los mayordomos de tío Kurt. No, sobre mi
ausencia en el escenario del crimen ellos no dudaban, ni tampoco sospechaban de tío Kurt; lo
que ellos presumían, tanto la policía como el Juez, era que Yo conocía el móvil del
crimen, al que habían descartado como delito común. ¿Podría tratarse de un error?
¿Habría un fin político desconocido? ¿En qué estaba Yo? ¿Cuáles eran mis ideas y
actividades? ¿Por qué me había apartado de la Iglesia? ¿Mis padres habrían recibido
amenazas anteriormente? ¿Hubo extorsión?
Así, acribillándome con preguntas semejantes, me tuvieron hasta las 5,00 de la tarde y
prometieron volverme a citar.
El 24 de Marzo, a las 10,00 horas, mientras Yo me preparaba para ir a la Comisaría, tío
Kurt comenzó a trabajar con Ying y Yang. Al regresar, por la tarde, los perros daivas ya habían
conseguido aislar el rastro del coche negro: tío Kurt lo designó con una palabra clave y,
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