Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 567

¨El Misterio de Belicena Villca¨ instantáneamente fuera de control: como en una avalancha, una pequeña fuerza inicial será amplificada en una gran fuerza final; como en un pánico cósmico, un pequeño miedo inicial, humano, será amplificado en un gran terror final, a nivel de las Almas Inmortales. Sabes lo que es el Tiempo, tío Kurt: pura ilusión. La única realidad del Tiempo, en el plano del Creador del Tiempo, es el Principio y el Final del Tiempo, que son idénticos. Y sabes lo que es la seguridad para el Mago: la fuente del poder; el Mago no puede dudar ni una vez porque se corta su poder mágico; el mago debe creer siempre que él es poderoso, a cada instante más poderoso: ése es el “orgullo satánico”; un solo instante de duda y quedará rota tal creencia, “quebrado el orgullo satánico”, perdida la evolución alcanzada por causa de la consecuente caída metafísica. Y según mi teoría, si conseguimos infundir ese instante de pánico a Bera y Birsa, ello equivaldrá a su propia destrucción mágica y a su automática remisión al Principio del Tiempo por causa de la pérdida de evolución instantánea No sé si dos Almas Inmortales evolucionadas como Bera y Birsa logren regresar de esa situación de total involución. Más, si hemos de aceptar la Sabiduría Hiperbórea, hay que recordar que ella enseña que tanto al Principio del Tiempo, como al Final, se encuentra el Mahapralaya, la No Manifestación o la Muerte Final de todo lo anímico. En el Principio del Tiempo, Bera y Birsa tendrían así dos caminos: uno, no entrar en el Tiempo y hundirse en el Mahapralaya; y dos, entrar en el Tiempo, obligados a recuperar su evolución perdida “en” el Tiempo, o sea, manifestándose monádicamente en los Mundos elementales y luego evolucionando hacia la Perfección Final arquetípica durante eones, alcanzando sucesivamente los Reinos Mineral, animal, y humano, en rondas y cadenas planetarias, en manvantaras y Kalpas. Conclusión de mi teoría: jamás podrán atacarnos nuevamente. Llevar a la práctica esta teoría es posible mediante mi plan, que te explicaré a continuación. Es muy simple, y comenzaré por definir su objetivo: matar a los “asesinos orientales”, es decir, a los Sacerdotes Bera y Birsa, en el curso de una operación comando. Para alcanzar este objetivo es necesario cumplir con cuatro condiciones; las nombraré y luego diré cómo se pueden lograr: primera, disponer de armas contundentes de corto alcance; segunda, localizar a los asesinos; tercera, aproximarnos a Ellos lo suficiente como para asegurarnos los disparos; y cuarta, contar con el factor sorpresa. La primera condición creo poder cumplirla con ayuda del Comisario Maidana, a quien considero desde ya, y aunque tú disientas con mi criterio, como un enviado de los Dioses desde luego, un enviado inconsciente de su misión. La segunda no requiere investigación alguna porque ambos estamos seguros que de aquí salieron en dirección a la Chacra de Belicena Villca: será allí donde los atraparemos; y donde, de todos modos, debemos ir. Sólo te pido confirmar nuestra presunción en tu consulta al Capitán Kiev. La tercera depende de ti, de tu habilidad para controlar y dirigir a los perros daivas. Cuento con ellos, con que el salto svadi-lung nos permita aproximarnos a la distancia adecuada para no errar los disparos sobre los asesinos. La cuarta, naturalmente, depende de la tercera y también de ti, de como tú construyas las órdenes mentales con el Kilkor svadi que obedecerán los perros daivas. Es lógico que si en dichas órdenes mencionas, sólo mencionar, a Bera y Birsa, estos te detectarán como a mí y se pondrán sobre aviso. El factor sorpresa exige, pues, no referir los dogos a Bera y Birsa. ¿Cómo aproximarnos, entonces? Hay que descartar la posibilidad de dirigir los perros daivas directamente a la Chacra de Belicena Villca, porque corremos el riesgo de no coincidir en el momento justo, es decir, cuando ambos estén dentro de la casa. No debemos olvidar que tal momento ya pasó, que los asesinos ya han estado en la Chacra, y que los canes habrán de saltar no sólo en el Espacio sino en el Tiempo, retrocediendo en el Tiempo el período justo. ¿Cómo haremos, entonces, para aproximarnos sorpresivamente? Refiriendo los perros daivas al automóvil de los asesinos, al coche negro vacío y situado en la Chacra Esto se puede lograr en varios pasos, el primero de los cuales consiste en hacer que los perros daivas identifiquen aquí mismo, en Cerrillos, el rastro del coche negro. De ese modo poseerán in abstratus la “idea” o “nombre” del coche negro a priori de la orden final. Y la orden final será una construcción matemática precisa que implante la idea, o nombre codificado, del coche 567