Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 341
¨El Misterio de Belicena Villca¨
En el siglo XVII ya hay suficientes bancos judíos en el mundo como para asegurar a éstos
una buena porción del Poder; el siglo XVIII, por poner un ejemplo, ve la ascensión de la “Casa
Rothschild”, familia judía dueña de la Banca del mismo nombre, de nefasta actuación hasta el
siglo XX.
Todo esto es historia conocida, pero lo que quiero significar es que, obtener el control de
los medios financieros, lleva inevitablemente a una lucha por el control del Estado. Y al fin de
la Edad Media, cuando comienza esta historia, el Estado es la Iglesia Católica, razón por la
que, entre los siglos XV y XX, la lucha por el Poder iba a enfrentar en muchas ocasiones a la
Iglesia Católica y al Gran Kahal Judío.
Estos enfrentamientos, a veces feroces, deberían haber acabado con uno de los bandos,
si en el curso de los siglos algo así como una mano invisible no hubiera intervenido siempre
para conciliar a ambos oponentes. Estudie, Arturo, la Historia y verá con claridad lo que le
digo; cuando surge el conflicto por un lado, sea que lo inicie la Iglesia o los Reyes Católicos o
la Inquisición, etc., contra el Poder Judío, o por otro lado, sea que la Conspiración Hebrea
lanza “la Revolución”, “la Masonería”, “el Marxismo”, etc., contra el Poder Cristiano, allí
aparece un elemento moderador, suavizador del conflicto; evitando la lucha inminente;
diluyendo las tensiones. Este elemento, brazo ejecutor inconsciente, es el celta. ¡Pero atrás
del celta está el verdadero instigador: el Golen, el Fili, el Druida, con su poder increíble!
¡Sé que pensará que no estoy en mis cabales, Arturo; y no puedo probar esta conjetura
fantástica que apenas me atreví a formular!
El Profesor me miraba turbado. Era evidente que temía haberse excedido y por eso sus
ojos trataban de taladrar mi cerebro. Y sin embargo, a pesar de sus prevenciones, sus
hipótesis se quedaban cortas frente a la magnitud de los planes Golen que denunciara
Belicena Villca en su carta: era cierto, tal como lo comprendiera el Profesor, que los Golen
“mediaban” entre la Iglesia y la Sinagoga; pero no era menos cierto que Ellos perseguían un
objetivo más ambicioso: la Sinarquía Universal y el Gobierno Mundial del Pueblo Elegido.
No pude menos que sonreír al contemplar el rostro preocupado del Erudito. Eso lo tranquilizó.
–A través de un profundo análisis histórico, –continuó sin dejar de observarme– muchos
han supuesto que un secreto enlace vincula los distintos Vértices de Poder del Mundo y se ha
afirmado la existencia de una secta supersecreta que podría ser la Masonería, la B'nai Brith
(Masonería judía), la Comisión Trilateral, etc., o cualquier otra organización de ese tipo, a la
cual pertenecerían todos los hombres que detentan el Poder. Esta hipótesis es demasiado
gigante para mí; en cambio lo que puedo asegurar, basándome en muchos años de
investigación histórica, es que entre dos grandes Colosos, la Iglesia Católica y la Sinagoga,
existe una impía vinculación oculta para llevar a cabo el fin inconfesable del Poder Mundial. ¡Y
esa impía vinculación se da a través de los Druidas! ¡Aquí está parte de la verdad! –Casi gritó
el Profesor, señalando el dibujo de la joya–. Pero ¿qué es este papel? nada, ninguna prueba,
sólo un dibujo sin sentido hallado por un alumno, pero que encierra el secreto de algunas
fuerzas que mueven el Mundo.
–Creo advertir, a partir de sus argumentos tan significativos, que ha respondido Ud.
afirmativamente a mi pregunta –dije cambiando de conversación y dispuesto a no revelar nada
sobre el crimen de Belicena Villca–. ¿Debo, pues, inferir que existirían hoy día los Druidas?
–Mí apreciado Dr. Siegnagel, esa pregunta tal vez esté destinada a ser respondida por Ud.
mismo. Yo le he dado suficiente información y sólo me resta asegurarle que la investigación
histórica, a menos que aparezca otro Oera Linda o se abra la Biblioteca Privada del Vaticano,
no arrojará nada nuevo sobre los Druidas –afirmó categóricamente.
– ¿Por qué? –pregunté, esta vez con verdadera sorpresa.
–Por una razón muy sencilla, pero inexplicable, Dr. Sieg-na-gel –dijo el Profesor con
sorna, casi deletreando mi apellido alemán–. Porque entre 1939 y 1945 batallones
especialistas de las Waffen
, cuerpo de élite alemán, vaciaron Europa de los pocos
documentos que había sobre los Druidas.
– ¿Para qué podrían querer los
esa información? –pregunté con desconfianza, pues no
me gustaba el rumbo que tomaba la conversación.
–Eso no se supo nunca con seguridad. Durante esos años se creía que la documentación
era llevada al más importante centro de entrenamiento de las , el Castillo de Werwelsburg,
341