Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 262
¨El Misterio de Belicena Villca¨
arqueros. Estos últimos, mientras tanto, observan a través de las columnas la escena interior,
invisible para el pueblo reunido en la base del Zigurat.
Quincuagesimotercer Día
Es ya el medio día, el momento preciso en que Shamash se halla en lo alto. La voz grave de
uno de los cincuenta Hierofantes se dirige a la bella Iniciada, hablando con frases cortas,
pronunciadas con la cadencia de una oración ritual:
–Oh Princesa Isa:
La suerte de la Raza está en tus manos.
Hemos recorrido muchas tierras
y atravesado incontables países,
para llegar hasta aquí,
buscando dar la Batalla Final.
Años de caminos y penurias
desde que abandonamos las montañas sagradas
adonde nacimos dos veces
y en cuya cima Kus nos reunía
y nos hablaba de los Tiempos Primordiales.
Conocimos en esos lejanos días
que no somos de aquí.
Y, luego de recordar nuestro Divino Origen,
¿Cómo podríamos permanecer allí,
engañados por El, el “Anciano” Enlil?
Sí, todo se envileció ante nuestra vista.
Los campos se agostaron súbitamente.
Las flores tornaron horrible su perfume,
y el calor de Shamash ya no nos pareció bueno.
De pronto vimos las espigas raquíticas
y hasta las montañas perdieron su imponente altura.
Todo eso ocurrió cuando miramos el mundo
luego de que el Sabio Kus
nos hablara del Cielo olvidado
llenándonos el pecho de nostalgia.
Entonces fue cuando decidimos
emprender el Sendero de Regreso al Origen.
Y cobrar cara la traición de los Demonios
que nos habían engañado con su magia.
Muchos fuimos los que partimos
desde la montaña sagrada,
hacia distintas direcciones.
Y muchos son los Reyes
que con sus pueblos hiperbóreos
buscan desde entonces
el camino del Cielo.
Pero Kus nos había advertido
que algunos no llegarían pronto
si volvían a ser engañados
por los astutos Demonios.
Mas a nosotros nos dirigió certeramente
porque no tenemos otro fin
que conquistar el Cielo.
Nos guía el invencible Nimrod
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