Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 215
¨El Misterio de Belicena Villca¨
c - Se pueden establecer, entre “a” y “b”, muchas analogías. Sólo destacaré la más
importante: Los Kameraden son análogos a los Dioses Liberadores.
Creo que los nueve argumentos precedentes constituyen una eficaz demostración de la
correspondencia analógica que existe entre la “alegoría” y la situación del hombre dormido.
Pero esto no es todo. He reservado tres componentes de la alegoría, canción infantil, Canción
de A-mort, salida secreta, para efectuar una última correspondencia analógica y extraer la
conclusión final.
Como la validez de la relación analógica existente ha quedado evidenciada en los
argumentos precedentes, no será necesario recurrir al mismo método en el próximo
comentario: daré por probadas las analogías que mencione.
Recordaré ahora los motivos que me llevaron a desarrollar la alegoría. Me proponía
mostrar, de manera analógica, el método empleado por los Dioses Leales para contrarrestar la
acción de “la Cultura”, arma estratégica de la Sinarquía. Previamente aclaré que son los
“elementos culturales interiores” el verdadero instrumento que la Sinarquía emplea para
mantener al hombre “dormido”, es decir, en la confusión. En ese estado el Yo es sujeto a la
razón por la estructura cultural, fuente de la cual se nutre, finalmente, toda la actividad mental.
Así ocurre que el Yo, es decir, la conciencia presente del hombre, resulta “dirigido hacia” el
mundo a través de la estructura cultural “por” la razón; el resultado, lo dije varias veces, es una
imagen deformada del mundo y un estado de confusión psíquica que dificulta enormemente la
“reorientación estratégica” del hombre. Contra esta situación los Dioses Leales, igual que los
Kameraden de la alegoría, se disponen a acudir en auxilio “enviando un mensaje”.
El principal objetivo es “sortear todas las murallas” y llegar hasta el prisionero, el Yo, con
un mensaje de doble significado: 1ro. despertar; 2do. orientar. Para eso los Dioses Leales
“transmiten el mensaje”, carismáticamente, desde hace muchos milenios; algunos lo oyen,
despiertan y parten; otros, los más, continúan en la confusión. Claro, no resulta fácil reconocer
el mensaje porque ha sido emitido en la lengua de los pájaros... y sus sonidos sólo pueden ser
percibidos con la Sangre Pura.
¿Está claro entonces? El mensaje de los Dioses Leales permanentemente resuena en la
sangre de los hombres dormidos. Quien no lo oye es porque padece la confusión estratégica o
desconoce su existencia, que viene a ser lo mismo. Pero ¿cómo debería cumplir su función el
mensaje carismático? En dos pasos. En primer lugar los Dioses hablan, en la sangre del
hombre, de un recuerdo primordial, de algo ocurrido al comienzo del Tiempo cuando el
Espíritu aún no había sido capturado por los Dioses de la Materia. Cómo los Dioses logran
hacerlo es un Misterio muy grande, del que sólo Ellos pueden responder. Este “recuerdo
primordial”, la “canción infantil” de la alegoría, ha sido inducido con el propósito de que “active”
el Recuerdo de Sangre propio del hombre dormido.
Si tal cosa ocurre, entonces el hombre dormido experimentará una súbita “nostalgia de
otro mundo”, un deseo de “dejarlo todo y partir”. Técnicamente significa que la Memoria de
Sangre ha llegado “allí donde el Yo perdido se encontraba”: sobre el sujeto consciente. Un
contacto tal, entre el Yo y la Memoria de Sangre, se realiza independientemente de la
estructura cultural y la razón; y ese es el objetivo buscado por los Dioses Leales. Se ha podido
pues llegar a la médula del Yo, por la vía de la sangre; será entonces, en ese fugaz momento
cuando se dejará oír la “Canción de A-mort”.
Hablaré ahora de la segunda parte del mensaje, al que he llamado alegóricamente,
“Canción de A-mort”. Ante todo diré que tal nombre no es caprichoso pues la Sabiduría
Hiperbórea enseña que, a partir de su Origen en el Universo físico, es decir, desde su
sincronización con el Tiempo, el Espíritu permanece encadenado a la Materia por un
Misterio de A-mort. Cuando el Recuerdo de Sangre, activado por la primera parte del
mensaje, abre un camino (no racional; no cultural) hacia el Yo, entonces los Dioses Leales
cantan la Canción de A-mort, hacen participar al hombre en el Misterio. Si su sangre es lo
suficientemente pura como para que el mensaje carismático pueda ser conciencializado
entonces el hombre tiene la posibilidad de “orientarse” hacia el Origen y mantenerse
definitivamente “despierto”.
El Misterio de A-mort sólo puede ser revelado por la Sangre Pura, interiormente, en un
contacto trascendente con el Yo que se realiza sin intervención de categorías culturales o
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