Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 199
¨El Misterio de Belicena Villca¨
ser explotadas en provecho propio. Los Iniciados Hiperbóreos carecían de astucia pero
sabían qué era la astucia; y podrían emplearla como arma estratégica para sorprender al
Enemigo. He aquí el concepto que se definía en Poitiers: si los Golen creían que sus enemigos
actuarían con Honor, y éstos estaban alertados, entonces los ingenuos serían ellos; luego,
podrían ser engañados por medio de la astucia, que Ellos no esperaban, y conducidos a una
trampa mortal. Y el Honor de los Iniciados quedaría a salvo porque nada en sus Espíritus
cambiaría ni afectaría su orientación estratégica hacia el Origen: en medio de una acción de
guerra, los Iniciados habrían jugado con la ilusión, aparentando ser lo que no eran; si los
Golen, maestros en el arte de manipular la ilusión del Mundo Creado, caían en el simple
encantamiento de los Iniciados, ello sólo se podría calificar como explotación del error del
Enemigo, algo perfectamente legítimo de acuerdo a las leyes de guerra.
Si los Templarios fuesen atacados desde todos los flancos a la vez, con seguridad se
defenderían, con resultados imprevisibles; por el contrario, si el ataque provenía
ostensiblemente del campo del Rey de Francia, mientras que por el lado del Papa, en quien
deberían confiar, hallaban protección, descuidarían ese costado y serían fatalmente
derrotados: la astucia estratégica consistiría en lograr esa confianza en el Papa para que éste
los pudiese entregar, desarmados, al Rey de Francia. Con otras palabras, la Estrategia
exigiría montar una escena con el suficiente realismo como para engañar a los Golen: al
principio, no tendrían que sospechar el argumento de la comedia; luego del desenlace, ello ya
no importaría. Los principales actores serían el Papa y el Rey de Francia: el Papa fingiría
proceder de buena fe, pero demostraría estar temeroso de las represalias reales; haría
promesas y trataría de ganar la confianza del Enemigo, que lo creería amigo; Felipe el
Hermoso, por su parte, representaría al soberano intolerante y ambicioso, procurando atraer
sobre sí toda la atención del Enemigo: esto ayudaría al papel de Clemente V. Cuando todo
estuvo listo en Poitiers, se levantó el telón y comenzó el primer acto del drama: éste se inició
con la publicación de una Cruzada contra Andrónico Paleólogo, Emperador de Constantinopla,
a quien se acusó de mantener el cisma de la Iglesia griega. Desde la caída de San Juan de
Acre, la Orden del Temple se había retirado a Chipre, donde sostenía una guarnición regular,
en tanto, que la Orden de los Hospitalarios hacía lo propio en la isla de Rodas. Con el fin de
establecer su participación en la Cruzada, Clemente V citó en Francia al Gran Maestre del
Temple Jacobo de Molay. Una vez en su presencia, con total ingenuidad, el Papa manifestó su
intención de concretar la vieja idea de Gregorio IX de fusionar todas las Órdenes militares: tal
idea, por supuesto, causaba horror a los Templarios pues la integración con una Orden
exotérica pondría sus secretos al descubierto. Sin sospechar la celada, el Gran Maestre
intentaría persuadir al Papa sobre lo inconveniente de semejante medida: según su impresión,
no sería difícil engañar a una mente simple como la de Clemente V.
Luego de la demencial caída del Golen Bonifacio VIII, los Golen estaban alertados sobre la
ofensiva de los Domini Canis, y sabían a qué atenerse con respecto a la elección de
Clemente V. Sin embargo, consideraban a éste sólo un instrumento de Felipe el Hermoso y su
entorno de “hijos de las tinieblas”: la impresión del Gran Golen Jacobo de Molay lo confirmaba;
el Papa era permeable a la influencia afectiva. El Gran Maestre se entretendría, pues, en
ganar la amistad del Pontífice, sin imaginar que en París, Nogaret y Guillermo Imbert
preparaban su ruina. Y en pocos meses, Clemente V conseguiría que el Jefe Golen no
desconfiase de su buena fe.
Enguerrand de Marigny y Guillermo de Nogaret fueron elevados a los dos más importantes
puestos de Francia: Coadjutor del Reino y Guarda-sellos del Rey, respectivamente. Con ese
poder, pusieron en práctica una operación secreta que tenía por objetivo la ejecución de una
acción simultánea y eficaz en todo el Reino: tal acción se concretó el 13 de Octubre de 1307,
cuando todos los Caballeros Templarios de Francia, incluido su Gran Maestre, fueron
detenidos bajo la acusación de herejía. En verdad, los cargos acumulados por Nogaret eran
múltiples y variados, pero se hacía hincapié en la herejía para obtener la intervención del
Tribunal de la Inquisición, que en Francia estaba presidido por Guillermo Imbert de París.
Pronto se vio el éxito estratégico de los Domini Canis: mientras el Gran Maestre recibía
solicitudes de los Caballeros para resistir el arresto, y vacilaba sobre la actitud a asumir,
Guillermo de Plasian le entrega un mensaje donde el Papa le garantiza su ayuda y le aconseja
que renuncie a defender a la Orden y se someta a su voluntad. Es así como el Gran Maestre
199