Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 195

¨El Misterio de Belicena Villca¨ empero, como en el caso de Felipe el Hermoso, todas las calumnias pierden consistencia y se desintegran cuando se conoce la Estrategia que regía y daba sentido a sus actos. Sea como fuera, el Arzobispo conviene en cumplir con la misión que le propone el Rey: primero, condenar la obra de Bonifacio VIII; segundo, levantar la excomunión de Felipe IV; tercero, que la Iglesia no perciba durante cinco años, de gracia, sus rentas de Francia, a fin de sanear la economía del Reino; cuarto, rehabilitar a los Cardenales Colonna y a su familia; quinto, nombrar Cardenales a ciertos Domini Canis que oportunamente se le indicarían; sexto, aprobar las determinaciones que el Reino adopte contra el Pueblo Elegido; séptimo, incautar el oro acumulado clandestinamente por las Ordenes benedictinas cluniacense y cisterciense; octavo, contribuir eficazmente para lograr la extinción de la Orden del Temple y el desmembramiento de su infraestructura financiera. El 5 de Junio de 1305, los Cardenales eligen a Bertrand de Got, quien toma el Nombre de Clemente V. Inmediatamente solicita ser coronado en Lyon, capital del Condado de Provenza. ¿Por qué allí? Es otra larga historia, Dr. Siegnagel, que no podré narrar aquí; pero le daré una respuesta sintética. Lyon, es una ciudad edificada en un sitio conocido en la Antigüedad como Lugdunum, que en galocelta quería decir colina de Lug; el nombre se originó porque en aquella colina existía un Templo dedicado al Culto del Dios Lug. Ahora bien: tal Culto era, en verdad, antiquísimo, del tiempo de los Atlantes morenos, pero se mantuvo activo aún miles de años después que los Atlantes hubieron abandonado Europa; ¿cómo?: porque sus descendientes viajaban desde Egipto para que jamás faltasen Sacerdotes en la Colina de Lug o de Lyg, es decir, en Lyon. Cuando los Golen vinieron acompañando a la invasión celta del siglo V A.J.C., decidieron hacer de Lyon su santuario principal. Allí permanecieron en adelante, durante la dominación romana, borgoñona y franca, hasta los días de Felipe el Hermoso. Entonces, los Golen prácticamente ocupaban la región desde cientos de monasterios benedictinos, cluniacenses, y cistercienses, y extensas encomiendas Templarias: el Culto, desde luego, no había desaparecido sino que formaba parte de los ritos secretos Templarios, pues los Caballeros eran quienes custodiaban el sitio exacto del antiguo Templo. Para aportar sólo un ejemplo esclarecedor, diré que no fue casual que el papa Golen Inocencio IV convocase el XIII Concilio Ecuménico en la Ciudad de Lyon, en Junio de 1245: el mismo tenía por objeto decretar la excomunión del Emperador Federico II, lo que se concretó luego del violento discurso del Papa que versaba sobre “las cinco llagas de la Cristiandad”, de las cuales, la quinta, era el Emperador. Vale decir, que, para condenar a quien representaba al Emperador Universal del Pacto de Sangre, los Golen se habían situado en el Templo más sagrado del Pacto Cultural. Así, pues, el coronamiento de Clemente V tenía el carácter de un desafío planteado en el corazón mismo del Enemigo. Y el Enemigo no dejó pasar tan imprudente acción: un sabotaje en un tablado cargado de gente, en los momentos en que pasaba la comitiva real, causó un desmoronamiento; Felipe IV y Clemente V salvaron la vida por Voluntad de los Dioses, pero igual suerte no tuvieron doce príncipes que murieron en el acto, en tanto que muchos otros quedaron gravemente heridos, entre ellos Carlos de Valois, hermano del Rey; días después moría asesinado Gaillard de Got, hermano del Papa. Felipe IV juró entonces obtener Lyon para su Casa, cosa que efectivamente logró en 1307, y purgarla de Golen. Clemente V, por su parte, anunció que se dirigiría a Burdeos para poner en orden y entregar el Arzobispado, pero cayó por sorpresa en Cluny, adonde procedió a incautarse del oro; para evaluar el dolor, que aquella fulminante venganza habría causado a los Golen, basta pensar que la recolección del oro demandó cinco días debido a su extraordinaria cantidad. Pese a todo, Clemente V no huyó de Lyon sino que regresó y fijó allí su residencia, adonde permaneció hasta 1309, año en que se trasladó al palacio amurallado de Aviñón, propiedad de la Iglesia. En conclusión, Dr. Siegnagel, la Sabiduría Hiperbórea sugiere prestar atención a Lyon, especialmente en nuestros días, pues, así como el Pueblo Elegido se ha propuesto hacer oír su voz desde Jerusalén, cuando la obra nefasta de la Sinarquía esté consumada, así también los Golen se han propuesto hacer oír su voz desde Lyon en ese momento. Lógicamente, Clemente V tuvo que simular algún tipo de independencia inicial del Rey de Francia para evitar una reacción desesperada por parte de los Golen. Con ese fin aparentó ser afecto a los lujos y placeres mundanos y hasta se amancebó con la Condesa de Perigord, hija del Conde de Foix, quien no era más que una Iniciada Cátara que hacía de enlace con los 195