Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 189
¨El Misterio de Belicena Villca¨
la herejía, según el Derecho canónico, es causal de destitución del Papa y cuenta con
antecedentes históricos. Claro que para probar semejante acusación, y derivar de ello la
sustitución del Papa, se requeriría el marco de un Concilio general. Felipe IV se dispone
entonces a forzar la convocatoria a un Concilio que juzgue la conducta “herética” del Papa:
confía en hacer valer, allí, el número de sus obispos nacionales. Los Señores del Perro lo
acompañarán instrumentando una campaña de denuncias de herejía contra Bonifacio VIII,
como modo de influir moralmente sobre los Obispos y, también, sobre los Nobles y las
Ciudades. Guillermo de Nogaret y Guillermo de Plasian, se ofrecen para oficiar de acusadores,
siendo elegido el primero para desempeñar una misión secreta en Italia, lo que no le impediría
iniciar la campaña de acusaciones “rogando públicamente al Rey que defienda a los cristianos
de la maldad de Bonifacio VIII”, y el segundo para acusar públicamente al Papa.
El 12 de Marzo de 1303, Guillermo de Nogaret, ante el Consejo de Ministros del Rey, lee y
firma un manifiesto, el que enseguida es copiado y publicado en todo el Reino. Decía así: “El
glorioso príncipe de los apóstoles, el bienaventurado Pedro, hablando en nombre del
Espíritu, nos dijo que, al igual que en los tiempos pasados, así en los que han de venir,
surgirán falsos profetas que habrán de empañar el camino de la verdad, y quienes, en su
codicia, y por medio de sus engañosas palabras, traficarán con nosotros, siguiendo el
ejemplo de ese Balaam que se satisfacía con el premio de la iniquidad. Para imponer sus
castigos y hacer oír sus amenazas, Balaam contaba con una criatura bestial que, dotada
de habla humana, proclamaba los desatinos del falso profeta... Estas cosas, que fueron
anunciadas por el Padre y patriarca de la Iglesia, las vemos ahora con nuestros propios
ojos realizadas letra por letra. En rigor a la verdad, allá está sentado en la silla del
Bendito Pedro ese maestro de embustes, que a pesar de ser Maléfico (Malfaisant) en
toda forma posible, es llamado aún Benéfico (Boniface). El no entró a través de la
puerta, en el redil de Nuestro Señor como pastor y labrador, sino más bien como
asaltante y ladrón… Pese a estar vivo el verdadero esposo de la Iglesia, Celestino V, osó
agraviar a la esposa por medio de abrazos ilegítimos. El verdadero esposo no tuvo
participación en este divorcio. De hecho, según dicen las leyes humanas, Nada más
opuesto al consentimiento que el error… No puede casarse quien, mientras el digno
esposo vive, ha mancillado el matrimonio con el adulterio. Ahora bien; como todo lo que
se perpetúa contra Dios es un agravio y una injuria que se comete contra todos, y en lo
que a un delito tan grande atañe, el testimonio del primero que llegue tiene que ser
recibido, aunque sea el de la esposa, aunque sea el de una mujer infamante. –Yo, por
consiguiente, al igual que la bestia que, mediante el poder de Dios fue dotada con la Voz
de un hombre verdadero para que reprobase los desatinos del falso profeta, que llegó
hasta a maldecir a la gente bendecida, dirijo a vos mi súplica, el más excelente de los
príncipes, nuestro Señor Felipe, por gracia de Dios Rey de Francia, de que después del
ejemplo del ángel que mostró la espada desnuda a ese maldiciente del Pueblo Elegido,
vos, que habéis sido ungido para cumplir la justicia, habréis de oponer la espada a este
otro y más fatal Balaam, e impedirle consumar el daño que está preparando contra el
pueblo”.
El daño consistía en la excomunión del Rey y la liberación de todos los cristianos
franceses de cumplir con el juramento de fidelidad, con lo que el Reino quedaría en entredicho
y podría ser conquistado legítimamente por aquel que el Papa autorizase: tales los planes que
preparaba Bonifacio VIII y que los espías de Felipe IV le informaban periódicamente. Por otra
parte, como efecto del manifiesto de Nogaret, no se tomó ninguna medida oficial, pero pronto
el pueblo empezó a referirse al Papa como “Maléfico VIII”, lo que explica por qué los
gascones gozan en Francia de la misma fama que en España tienen los andaluces.
Cuadragésimo Día
El 13 de Junio de 1303 se celebra una Asamblea de Estados Generales en el Louvre,
presidida por el Rey. En ella se renuevan las denuncias contra Bonifacio VIII y se plantea
formalmente la necesidad de convocar a un Concilio que lo condene y nombre un nuevo Papa.
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