Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 174

¨El Misterio de Belicena Villca¨ Ganadería. A este concepto, del que ya hablé en el Tercer Día, hay que remitirse para comprender estructuralmente el cambio de la política francesa tras el advenimiento de Felipe el Hermoso. En términos prácticos, la Estrategia que Felipe IV se proponía implementar consistía en la ejecución de los tres principios mencionados mediante tres hechos políticos correspondientes. Explicaré ahora, por orden, el modo cómo Felipe IV entendía tales principios, vinculados a la Función Regia, y luego mostraré cómo sus actos políticos respondían fielmente a la estrategia Hiperbórea de los Domini Canis. Primero: Ocupación del espacio real. Este principio admite varios grados de comprensión; obviamente, en el caso de la Función Regia, la ocupación ha de incluir esencialmente el territorio del Reino. Más ¿quiénes debían ocupar las tierras del Reino? El Rey de la Sangre y la Casa reinante, en nombre de la comunidad racial, es decir, del Espíritu, que eso es un pueblo del Pacto de Sangre. Porque el Rey es, según se dijo, “la Voz del pueblo”, “su Voluntad individualizada”; el Rey debe ocupar el territorio del Reino para que se concrete la soberanía popular. El sistema feudal patrimonial, producto del Pacto Cultural, atentaba contra la Función Regia pues mantenía al Rey separado del pueblo: el pueblo medieval, en efecto, debía obediencia directa a los Señores Territoriales, y estos al Rey; y el Rey sólo podía dirigirse al pueblo a través de los Señores feudales. Por eso Felipe IV sancionaría una ley que obligaba, a todo el pueblo de Francia, a jurar fidelidad directamente al Rey, sin intermediarios de ninguna clase: “nada material puede interponerse entre el Rey de la Sangre y el Pueblo”. En síntesis, a Ocupación del Reino, por el Rey, “es” la Soberanía. 174