Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 119
¨El Misterio de Belicena Villca¨
las Cátaros, a los herejes judíos debía ofrecérseles la posibilidad de conversión al catolicismo,
con lo cual salvaban la vida, cosa a la que estos solían acceder sin problemas
transformándose en marranos, es decir, conservando su religión en secreto y simulando ser
cristianos, contrariamente a los Hombres Puros, quienes preferían morir antes que faltar al
Honor y mentir sobre sus creencias religiosas.
En Resumen, el tiempo fue pasando, la herejía cátara fue cediendo paso a la más
tranquilizadora religión católica, los furores iniciales de la Inquisición se fueron aplacando, y la
Orden de Predicadores fue complementando su injustificada celebridad de organización
represora con otra fama más acorde con el Espíritu de sus fundadores: el de Orden dedicada
al estudio, a la enseñanza, y a la predicación de la fe católica. El gran sistema teológico de la
Escolástica se debe en alto grado a la obra de notables pensadores y escritores domínicos,
que en casi todos los casos no eran Iniciados pero estaban guiados secretamente por ellos.
Para desarrollar esta actividad la Orden se concentró en dos universidades prestigiosas, la de
Oxford y la de París: bastará con recordar que profesores como el alemán San Alberto Magno
o Santo Tomás de Aquino fueron domínicos, para comprender que la fama adquirida por la
Orden estaba aquí sí, plenamente justificada. Pero fueron también domínicos Rolando de
Cremona, que enseñó en París entre 1229 y 1231; Pedro de Tarantasia, que lo hizo desde
1258 a 1265 y llegó a ser Papa con el nombre de Inocencio V en 1276; Rogerio Bacón,
Ricardo de Fischare y Vicente de Beauvais, en Oxford, etc.
Hay que tener presente, Dr. Siegnagel, que los Señores de Tharsis poseían la Sabiduría
Hiperbórea y, en consecuencia, obraban de acuerdo a una perspectiva histórica milenaria;
consideraban por ejemplo que aquellas décadas de influencia Golen eran inevitables pero que,
finalmente, pasarían: llegaría entonces el momento de expurgar la Orden. Porque eso era
lo estratégicamente importante: preservar el control de la Orden y la institución de la
Inquisición para una oportunidad futura; cuando ésta se presentase, toda la fuerza del horror
y la represión desatada por los Golen cistercienses, como en un golpe de jiu-jitsu, podría ser
vuelta en contra de sus propios generadores; y nadie se sentiría ofendido por ello,
especialmente en el Languedoc. El peso de la Estrategia, según se advierte, descansaba en la
capacidad del Círculo de los Señores del Perro para mantener en secreto su existencia y
conservar el control de la Orden; ello no sería fácil pues los Golen acabaron por sospechar
que una extraña voluntad frustraba sus planes desde adentro mismo de la Organización
inquisidora, mas, cada vez que alguien se acercaba a la verdad, los Domini Canis lo
ejecutaban ocultamente y atribuían la muerte a previsibles venganzas de los herejes
occitanos.
A estas motivaciones puramente estratégicas que animaban a los Señores de Tharsis
para obrar ocultamente en el Circulus Domini Canis, se agregaría muy pronto la pura
necesidad de sobrevivir, a causa de los sucesos que ocurrieron en España y que comenzaré a
exponer desde mañana. Como se verá, la destrucción de la Orden Templaria, y con ello el
efectivo fracaso de los planes sinárquicos de la Fraternidad Blanca, se convertiría en una
cuestión de vida o muerte para la Casa de Tharsis. La última Estrategia del Circulus nos
llevará a aquella causa exotérica del fracaso de los planes enemigos, que fue Felipe IV, y a la
cual me referí hace cuatro días.
Vigesimocuarto Día
Mientras la Orden de Predicadores se desarrollaba de acuerdo a los planes de los
Señores de Tharsis, algo terrible iba a ocurrir en España: el regreso de Bera y Birsa. Y poco
faltó, Dr. Siegnagel, para que aquel acontecimiento no significara el fin de la Casa de Tharsis.
A continuación, mostraré cómo sucedieron los hechos.
Recuerde, Dr., que la antigua Onuba, ciudad mayor de la Turdetanía, se encontraba desde
el siglo VIII bajo la dominación árabe, quienes la denominaban “Uelva”. En el año 1011 era
cabeza de uno de los Reinos de Taifas, siendo su primer soberano Abu-Zaíd-Mohammed-ben-
Aiyub, seguido de Abul Mozab Abdalaziz; pero en 1051 fue prontamente anexionada al Reino
de Sevilla y así permaneció hasta 1248. Como ya expliqué, durante esos siglos de ocupación
árabe la Casa de Tharsis sobrevivió sin problemas y alcanzó un envidiable poderío económico;
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