Educación
en la
sexulidad
Prevenir
Orientar
Educar
Posturas sobre la educación
Una de las visiones clásicas de la educación que aún tiene implicaciones
importantes es la del sociólogo francés Durkheim, quien define la educación de la
siguiente manera:
La acción ejercida por las generaciones adultas sobres las que no están todavía
maduras para la vida en sociedad: tiene como objetivo suscitar y desarrollar en el
niño cierto número de estados físicos, intelectuales y morales que requieren en él
tanto la sociedad política en su conjunto como el ambiente particular al que está
destinado de manera específica (Durkheim, 1979, pág. 98).
El concepto clásico de la educación elaborado por el sociólogo francés refleja al
menos dos puntos esenciales en la disertación de construcción de la sexualidad.
Primero, la acción educativa procura el desarrollo de ciertos estados, es decir, que
las personas desplieguen y alcances estados físicos, emocionales, psicológicos, así
como sociales de acuerdo a su edad. El segundo, esto significa no sólo que los
sujetos sean aptos para la reproducción sino implica que estén en un estado de
bienestar, con las herramientas y habilidades necesarias para su desenvolvimiento
en la sociedad.
La educación sexual procura el desarrollo de estados y la transmisión de normas
morales. Esta visión clásica nos acerca al fenómeno, sin embargo, es necesario
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