Mi primera revista Revista bioTEMA | Page 25

También han permitido el desarrollo del vehículo eléctrico , cada vez más competitivo y con rangos de autonomía que crecen año tras año y ponen en peligro el modelo OPEP donde no en vano , la movilidad y el transporte suponen cerca del 70 % del consumo de petróleo a nivel mundial y es extraordinariamente dependiente . El 98 % de los recursos energéticos empleados en el desplazamiento de personas y mercancías son derivados del petróleo . La electricidad , el gas natural y las energías renovables son testimoniales , por no decir insignificantes , en el primer sector de consumo energético de nuestro planeta . Lejos quedan los argumentos apocalípticos del temido peak oil de 2007 , fecha en que la demanda de crudo superaba por primera vez en la historia moderna , la capacidad de producción . La falta de recursos energéticos haría elevar los precios del barril del petróleo hasta valores que difícilmente podrían sostener economías . Se ponían en peligro dos de los tres pilares de la política energética : la garantía de suministro y la sostenibilidad económica del sistema .
Pero sin duda ganaba importancia el tercero de los pilares , la sostenibilidad ambiental que por primera vez vería favorecida la necesaria transición del modelo energético hacia fuentes energéticas menos intensivas en carbono , aunque , todo sea dicho , no sea por motivos estrictamente ambientales . El petróleo no se acaba , de hecho parece que incluso podemos estar entrando en una era de abundancia energética y el bajo coste económico , a falta de afrontar las externalidades ambientales , permitirá volver a crecer las economías como si no hubiera pasado nada . Pero a falta de interés económico y tampoco de necesidad de recursos energéticos , la transición energética sigue siendo absolutamente necesaria y , nos queda un único argumento , quizá el más importante para los humanos : nuestra salud .
El gran damnificado de esta bajada de los precios del petróleo será la apuesta por la movilidad sostenible .
Saldrá perjudicada la necesaria diversificación energética del sector transporte , hoy dependiente en un 98 % de un único recurso , el petróleo , así como la posibilidad de usar energías más limpias en la movilidad privada de las ciudades , donde demasiado a menudo se sobrepasan los niveles de contaminación atmosférica . Tampoco habrá razones económicas para incentivar el uso del transporte público frente al vehículo privado , debido a una cuestión tanto obvia como la rebaja del precio del carburante respecto a los costes crecientes del sistema de transporte público que se trasladan a los ciudadanos , vía tarifas .