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Por Cambiarme de Carril
Santiago Treviño
Recuerdo aquella tarde de Viernes 13, el cielo totalmente despejado, mucho calor. Recuerdo que iba en un carro Yaris rojo, 2010, era un carro relativamente nuevo, Adrián iba manejando por el City Club que esta por Rangel Frías para ir por los niños al deportivo, y como cualquier persona ha hecho, se quería cambiar al carril derecho, pero no sabíamos lo que nos esperaba.
Recuerdo que cuando se quería cambiar de carril, una camioneta no lo dejo y nos empezó a pitar muy feo, Adrián también le pito, y como que iban peleando, al final nos pudimos cambiar de carril, algo que a la otra persona no le pareció.
No se en que estaba pensando el joven, pero de repente la camioneta nos chocó, y en lugar de pararse como todos cuando chocan, nos siguió chocando y chocando.
En ese momento yo iba hablando por teléfono con una amiga, y en el primer impacto, el celular se me cayo de golpe, solo sentía un golpe constante, muy fuerte, y no nos podíamos cambiar de carril porque había tráfico y todos los carros iban pegados entonces era casi imposible cambiarse, el carro empezó a moverse de lado a lado, todo se agitaba mucho.
Ya que no podíamos movernos, lo que hizo Adrián fue poner el freno de manos, y lo que paso es que como el carro se freno totalmente, la camioneta que nos
chocaba al intentarnos volver a chocar por 67346523 vez se volteo, ya que se volteo yo sentí un gran alivio de que ya no nos iba a seguir chocando, nos fuimos de inmediato a un super 7 donde había unos policías que nos ayudaron, les hablaron a unas ambulancias, que nos llevaron al hospital, entonces me sentí muy segura, y feliz de que todo había acabado y a pesar de que tenia heridas, no fue nada grave.
Al llegar al hospital me atendieron y todo, me tuve que quedar ahí aproximadamente 4 días, (porque tuve varias lesiones en el cuello y en la espalda, que aún me duelen), en lo que estaba bien para salir, al irnos solo veo al joven que nos choco con varios huesos rotos, sonriéndome, eso me asusto mucho, porque no sabia si nos iba a hacer algo, buscarnos, o hasta algo peor.
Al final nunca pusimos la denuncia, por recomendación de nuestro seguro, pero a pesar de eso siempre me quede con la cosa de que algún día me podría hacer algo.
Desde ese día no lo he vuelto a ver y todo esta bien, pero siempre recordaré aquello como una de las peores experiencias de mi vida, después de todo solo me quería cambiar de carril.