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S A BE R E S / GAS T R ONOMÍA Alain Ichon: un arqueólogo en tiempos de guerra E ran los inicios de la década de los setenta y en Guatemala se gestaba una de las guerras civiles más sangrientas de América Latina que duraría tres décadas. Al mismo tiempo, varios megaproyectos eran impulsados por los gobier- nos de turno, promoviendo el desarrollo en diversas regiones, como la construcción de la represa del río Chixoy en el actual departamento de Baja Verapaz. La edificación de esta colo- sal obra conllevó el desplazamiento de varias comunidades aledañas y la inundación de varios sitios arqueológicos que, a su vez, fungían como lugares ceremoniales principalmente de la etnia Achí. Ante esa inminente amenaza al patrimonio cultural, apareció la figura de un arqueólogo francés llamado Alain Ichon quien se hizo cargo de una de las tareas científicas más difíciles que se ha llevado a cabo en Guatemala. Nacido en Burdeos, Francia en octubre de 1922, el Dr. Ichon no era ajeno a los conflictos bélicos puesto que fue miembro de las fuerzas armadas francesas que combatieron a la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, estudió arqueología en la Universidad La Sorbona de París en donde despertó su interés en Mesoamérica. En un inicio, en la década de 1960, realizó importantes contribuciones a la arqueología de México y Panamá, destacando sus investigaciones en la primera misión arqueológica en la Huasteca y su interés por la religión de los Totonacas de la Sierra, por una parte, y su participación en la Misión Arqueológica francesa en Panamá trabajando arqueología de la península de Azuero, por la otra. Desde 1972, Guatemala fue su lugar predilecto para llevar a cabo investigaciones, y entre 1973 y 1990, Ichon dirigió y coordinó una serie de proyectos enfocados en el estudio de las sociedades humanas a través del tiempo en el altiplano de Guatemala. A lo largo de la década de los años setenta, las investigaciones se enfocaron en la región de San Andrés Sajcabajá y Canillá, en el departamento del Quiché, y en la cuenca del río Chixoy ubicada en los departamentos de Baja y Alta Verapaz. El legado del Dr. Ichon en la arqueología guatemalteca es vasto e innegable. Sus investigaciones continúan siendo un referente de la historia del altiplano y su mayor aporte es la aplicación de la multidisciplinariedad, en donde combinó e integró diferentes enfoques al estudio de las sociedades tanto del pasado como las actuales. Éstos produjeron tra- bajos comprehensivos y exhaustivos sobre las Tierras Altas de Guatemala que incluyeron distintas perspectivas a través de la arqueología, la historia, la geografía, la etnografía y la antropología cultural y la social, los cuales fueron publicados en su mayoría por el Centro francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA). Entre ellos destacan en 1985 Le protoclassique à La Lagunita, El Quiché, Guatemala (El protoclásico en La Lagunita, El Quiché, Guatemala) junto con M. C. Arnauld y seis volúmenes de la serie Archéologie de sauvetage dans la vallée moyenne du Chixoy (Arqueología de salvamento en el valle medio del Chixoy) entre 1986 y 1990 junto con varios autores franceses y guatemaltecos. Otro aporte importante que realizó Alain Ichon fue la formación profesional y académica de arqueólogos guatemaltecos y franceses de aquella época, sus enseñanzas se plasmaron en múltiples trabajos de alta calidad científica que aun hoy en día son obras de referencia. De esta manera, podría considerarse que el Dr. Ichon es el padre de la arqueo- logía francesa en Guatemala dada su gran dedicación por desarrollar investigaciones científicas en un momento de la historia de Guatemala bastante difícil. Ichon no sólo se enfrentó al contexto del conflicto armado interno sino también a la dificultad de conllevar trabajos multidisciplinarios ambiciosos cuando el patrimonio cultural estaba condenado a una irreversible des- trucción. Desde entonces, la cooperación científica-arqueológica francesa ha llevado a cabo varios proyectos en el altiplano y en la Tierras Bajas de Guatemala que conlle- van trabajos de investigación, restauración y puesta en valor del patrimonio nacional. Luego de su jubilación del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS por sus siglas en francés) en 1989, ha sido homenajeado en múltiples ocasiones por sus aportes al estudio del patrimonio arqueológico guatemal- teco. En el año 2002, recibió la Orden del Pop que otorga el Museo Popol Vuh de la Universidad Francisco Marroquín por su contribución científica y académica al país. Carlos Morales-Aguilar Persistencias geométricas por Rudy Cotton. Mezcla de Sabores y Culturas L legar al final no fue fácil y habían días que pensé que no terminaría. Cocinar no es solo pasión es una vida de cam- bios y decisiones que debemos de tomar en momentos en donde nada cuenta, solo las ganas de seguir adelante. Compartir culturas, aprender técnicas, aguantar gritos y decepciones propias, todo mezclado en una cocina. Esta misma donde pude demostrarme lo bueno que se puede ser cocinando si perseveras en lo que te gusta. Mi madre me enseño lo primero que aprendí sobre la cocina. Su sazón era esplen- dido, tanto que aun sin hambre despertaba un apetito terrible por cada platillo que preparaba. Su interés por las combinaciones de sabores era asombroso y eso me llevo a querer descubrir por mi propia cuenta como diferenciar pero combinar también cada sabor. Mi camino empezó en la Escuela Culinaria de Las Américas -ACAM- y su estrecha colaboración con el Famoso y Reconocido Institut Paul Bocuse de Lyon Francia, pues fue ahí donde aprendí lo básico y mas importante de mi carrera, a no rendirme, trabajar en equipo, ser responsa- ble y sobre todo a saber seguir instrucciones esto ultimo siendo la base de cada receta! Comprendí que la cocina es tan compleja como tu quieras que sea, y que las cosas