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ARTE / TEATRO Rudy Cotton y Francia

Nacido en Guatemala en 1959, el artista plástico Rudy Cotton es uno de los artistas guatemaltecos más importante de hoy. Su trabajo ha sido presentado en una cuarentena de exposiciones monográficas y en más de cien exhibiciones en Guatemala y en el extranjero. Entre los principales premios obtenidos a lo largo de su carrera se encuentran el segundo premio en el Certamen Centroamericano de grabado,( 1981) y el Glifo de Plata en la IV Bienal de Arte Paiz( 1984). Laureado del XXI Gran Premio internacional de Montecarlo-Mónaco( 1987), fue revelación del año( 1996) y Artista del año en el Festival Internacional Arte en mayo, Fundación Rozas-Botrán( 2007).

Su obra se encuentra en varias colecciones públicas y privadas Europa, Asia y América, como por ejemplo el Museo de arte latinoamericano de Los Ángeles( CA), Archivos de la Unesco en París, Museo Nacional de Arte Moderno Carlos Mérida, Fundación Rozas Botrán, Fundación G & T Continental, Fundación Paiz, pinacotecas de las universidades Rafael Landívar, Galileo y Francisco Marroquín en Guatemala.
Ha ilustrado diferentes ediciones de libros de Miguel Ángel Asturias, Manuel José Arce, Raúl de la Hora y Francisco Pérez de Antón. Es actualmente director del museo de arte moderno Carlos Mérida de Guatemala.
Desde niño se sintió fascinado por el arte. Su abuelo, un escultor de imaginería popular, fue el primero en iniciarlo. En el pueblo donde
pasó su infancia, el
más
importantes
arte tenía un solo
de Europa, estando
lugar
importante,
en contacto con los
“ el cine”, el cual le
Grandes
Maestros.
abrió
las
puertas
“ Yo vivía a través
del mundo de la creación. De hecho, apenas con unos diez años, diseñó carteles anunciando las películas del fin de semana: un pequeño
del ambiente de los museos las obras, su genialidad y sabía que el camino era todavía muy largo.” Este viaje amplio sus horizontes artísticos. Ese mismo
Cinema Paraíso.
año
se
encuentra
A los 14 años,
con el crítico de arte
deja
su
pueblo
francés Gastón Diehl,
natal para seguir su
fundador y presidente
formación
artística
del Salón de Mayo,
en la Universidad
quien con sumo interés
Popular
y
en
la
luego de su parti-
Escuela
Nacional
cipación en el festival
de artes Plásticas de
La vigencia del pasado por Rudy Cotton.
de
Cagnes-sur-mer
la capital guatemalteca
( sur
de
Francia)
, en donde pronto descuella en la Alianza
Francesa y luego en el Centro Americano de grabado que le otorga un premio. Y a sus 23 años, vuela hacia París para completar en el 82-83, sus conocimientos en litografía, visitando también el taller del grabador alemán, J. Friedlaender, reconocido maestro de la estampa a color.
En 1982, el gobierno francés le invitó a una especialización en litografía, en el taller de Michel Casse en Paris. Durante esta estadía aprovecho para viajar y visitar los museos
solicita en invitarlo, junto a los más confirmados, a la exposición de los Cien Artistas
Latinoamericanos que organiza en Compiègne y Amiens y luego para los 50 años del Salón de
Mayo en el Grand-Palais, en París.
Pasó quince años de su vida en Francia, incluyendo diez años en Albi, la ciudad de
Toulouse-Lautrec. En el 2014, rindió homenaje en la Galería Sol del Rio a esta ciudad con la serie“ Imágenes Albigenses”. Sus pinturas están llenas de esta región mediterránea francesa con los colores característicos: amarillo,
azul. Pero sin olvidar sus raíces guatemaltecas fracturando los elementos con este efecto de claroscuro. En esta serie, se entrelazan la sensualidad de estos cuerpos geométricos latinoamericanos sobre un fondo plano y mágico.
En el catálogo de la exposición titulada Aldeas oníricas en el país de la eterna primavera, el crítico de arte Oswaldo J. Hernández escribe:“ La geometría, lo abstracto y el color, en la pintura de un artista como Rudy Cotton ha logrado trazar la cartografía de un proceso vigente a lo largo de tres décadas de trabajo. Su obra desde cierta retrospectiva cuenta una gran historia. Una narración de sucesos, unos tras otros, en los que incluye personas, además lugares. Cotton ha tomado gran parte de sus recuerdos y los ha utilizado para construir pequeños episodios. Cada pintura es un testimonio de su recorrido. Usa su memoria y con ello consigue articular un viaje, largo, llena de metáforas, de ideas y retornos. La realidad está ahí – en cada trazo – como algo cercano, rodeado de tiempo, retratada de tal manera que no sea fácil de olvidar”.
Desde San Pedro Sacatepéquez, San Marcos en Guatemala, hasta Albi, Francia, y de regreso a Guatemala, Rudy Cotton ha recorrido un largo camino a partir de su identidad de origen mesoamericano máyense, que le permite imprimir lo efímero del sueño en una memoria fértil.
Marc Sagaert

Mario González o el lenguaje universal del cuerpo

Desde hace varios decenios, es una de las personalidades incontestables de nuestro universo teatral. Lejos de las modas y las lentejuelas. Lejos de las disputas de corrientes artísticas. En una palabra, todo el mundo concuerda en reconocer su talento tanto sobre el escenario que en sus funciones de pedagogo. Formó para la commedia dell’ arte y el uso de máscara en el Conservatorio nacional superior de arte dramático( CNSAD) a varias generaciones de actores quienes le dedican un real y sincero reconocimiento. Este artista lleva por nombre Mario González de quien nos agrada reconocer el rigor extremo( su legendario cronómetro colgado al cuello, listo para tomar la medida del mínimo gesto y de los tiempos de respiración) ligado a una no menor apertura de mente. Desde sus recuerdos más tempranos Mario González siempre estuvo inmerso en el universo teatral. Desde la edad de tres años, su madre quien trabaja en un jardín de niños( en Guatemala), le enseña a fabricar marionetas de papel maché … Seis o siete años más tarde comienza a realizar pequeños espectáculos para los cumpleaños de sus amigos. Su padre y su tío le construyen un teatro de marionetas y el niño se va de gira. En las calles de la ciudad, logra incluso ganar un poco de dinero! Continúa presentándose los fines de semana, aunque comienza a incomodarle el tener que esconderse detrás de las marionetas; él quiere mostrarse! A la edad de dieciocho años es ya, por decirlo de una manera, un“ artista” aguerrido! Aunque para complacer a su padre emprende estudios de arquitectura, mantiene siempre un contacto con el teatro dado que uno de sus tíos“ la oveja negra de la familia” es actor y le permite verlo ensayar. Y es así como a la edad de veinticinco años, es un verdadero hombre de teatro quien llega a París para aprender el idioma francés del cual no conoce ni una sola palabra. Tiene dentro de su haber alrededor de cuarenta espectáculos, actúa, dirige, interpreta canciones de su autoría, es responsable de un programa de televisión, inventó a un personaje payaso“ Mascotte” en fin, un gran abanico de actividades que decidió poner de lado para aprender nuestro idioma. El destino estaba a la vuelta de la esquina y no le otorgó prácticamente ninguna pausa: apenas seis meses después de haber llegado a Francia, Mario González fue integrado al Théâtre du Soleil( en particular gracias a Jean- Claude Penchenat y a Philippe Léotard) del cual rápidamente se convertirá en una de las figuras emblemáticas. Debutó en La Cuisine( La Cocina), y luego participó en un espectáculo hilarante de payasos( Les Clowns) con toda la compañía del Soleil. Le seguirán principalmente dos espectáculos míticos que marcaron nuestra historia del teatro, 1789 y L’ Âge d’ or( La edad de oro). Dentro del Théâtre du Soleil que dirige Ariane Mnouchkine, Mario González encontró rápidamente su lugar: todo lo que concierne la commedia dell’ arte, el lenguaje corporal, la dinámica de improvisación vienen en gran parte de él.“ En casa, en Guatemala, trabajaba de esa manera. Allá, ganarse la vida tiene un significado distinto que en Francia. Hay que convencer a todo precio, sino uno verdaderamente se muere de hambre … Uno dice:“ es necesario que ellos( los espectadores, N. de la R.) me comprendan, que me dejen dinero en el sombrero”. Para esto nos tienen que ver de lejos, a cien metros. Es aquí que interviene la expresión corporal. Es también el problema del teatro popular. Es por eso que actúo como cuando tenía diez años ». Esto es en lo que a su actuación respecta, y Mario González es un actor prodigioso. Pero esto es también lo que busca obtener de los actores que dirige en sus( numerosas) puestas en escena. Esto es lo que busca inculcar a sus alumnos, en el Conservatorio y fuera de él. Mario González marcó la historia del Théâtre du Soleil, incluso a pesar de separarse de la compañía luego de L’ âge d’ or creada en 1975. Un año más tarde lo encontramos en una puesta en escena de Benno Besson, Como gustéis de Shakespeare. Desde ese momento, no cesará de ser solicitado por directores que han marcado nuestra historia del teatro, Jean-Pierre Vincent, Alfredo Arias, Jérôme Savary, Adel Hakim, por citar algunos. Él mismo no dudando en ponerse en escena y proponer espectáculos de improvisación o de clown( asumiendo el rol del célebre personaje de la commedia dell’ arte, Pantalon). Su carrera de director de los textos más importantes del repertorio entre los cuales se encuentran obras de Shakespeare, Molière, Tchekhov y Beckett, lo llevan a los cuatro puntos cardinales de Europa donde se le solicita también por sus calidades de profesor. De hecho,“ al enseñar aprendo yo también. Es mi experiencia de actor que se nutre de esta manera. Si no enseñase, ya no podría actuar” dice él, quién se define como“ actor hasta la punta de los dedos, o camaleón que se adapta a los colores que se le presenten …”

Jean-Pierre Han
X. Les Lettres Françaises. Julio 2017