Mi primera revista EvidenciaEE_TrujilloRivera_PedroSamuel | Page 2
Nace en Forfar, Angus – Escocia el 17 Octubre de 1883 y fallece el 23 de
Septiembre de 1973 a la edad de 90 años. Su familia la formaban 13 hermanos
junto a su padre, un maestro autoritario, y su madre, una figura importante
para él.
Neill se negaba a realizar la universidad por la dificultad que tenía en la
concentración. Es su madre quien le
sugiere trabajar como aprendiz de
maestro junto a su padre, manteniéndose asi 4 años.
Trabajó en distintos colegios y se licenció en inglés a la edad de 26 años.
Funda su primera escuela en Dresde (Alemania) y más tarde la traslada a
Austria, aunque finalmente terminaría en Inglaterra. En 1927 en Leiston
(Suffolk) compró una casa a la que nombró Summerhill y que tras su muerte,
sería dirigida por su hija Zoe, fruto de su segundo matrimonio al quedar viudo
de su primera esposa.
Las personas que más influyeron en Neill fueron los psicoterapeutas Homer
Lane y Wilhem Reich, además de los escritores H.G. Wells y Bernad Shaw. De
Lane comentaba que fue de él de quien tomo la idea de instalar el autogobierno
en Summerhill para poder observar con profundidad las causas de la mala
conducta, que Neill ya creía que venían impuestas desde fuera por la falta de
libertad. La influencia que tuvo Wilhem Reich en Neill fue en el ámbito sexual
pues ya consideraba que la represión sexual es la enfermedad fundamental de
la humanidad.
METODOLOGÍA
El planteamiento pedagógico de Neill en la práctica convirtió a la escuela
tradicional en un espacio de relaciones donde los niños podían desear el
aprendizaje y organizarse como una comunidad a partir de la
formulación de sus propias reglas, todo para converger a una finalidad
fundamentalmente humana, la vivencia de la felicidad. En efecto, educar
para una vida feliz.
La propuesta pedagógica de Neill no se funda en la consideración de la
ley como proceso estructurante de lo social. Los logros infantiles, sus
transformaciones y producciones siguen su curso espontáneamente y la
obligación del pedagogo, por supuesto, es la de no entorpecer con su