vivencia que es la responsable de precipitar un elemento extraño, turbador que va a dar esa ilusión, esa apariencia de vida. Hay vasos comunicantes cuando la unidad es algo más que la suma de las partes integradas en ese episodio”( 1997:140).
Consecuente con lo anterior, el capítulo titulado El regreso de Fonchito permite observar a través de la mirada de un narrador extradiegético omnisciente, el encuentro erótico entre Lucrecia y un amante creado por su esposo. En esta descripción aúnan la sensualidad y las más altas creaciones del espíritu de don Rigoberto, las cuales subyacen en la comunión carnal de los personajes evocados.
Asimismo, en esta ensoñación acuden alegorías basadas en la imagen de Lucrecia desnuda como una hermosa gata Angora enmelada deslizándose entre micifuces y ninfas que sucumben en brazos de su raptor. En este escenario, las imágenes de mujeres pintadas con gatos llegan a su memoria, entre ellas“ Desnudo con gato”, de Balthus:
La visión era tan nítida, la definición de la imagen tan explícita, que don Rigoberto temió:“ puedo quedarme ciego” Él era un lancero medieval armado para la batalla y ella una ninfa del bosque una sabina raptada. Movía los áureos pies y protestaba‘ no quiero, no me gusta’ pero sus brazos enlazaban amorosamente el cuello de su raptor, su lengua pugnaba por invadir su boca y con fruición le sorbía su saliva.“ Espera, espera”, pidió don Rigobero. Dócilmente, doña Lucrecia se detuvo y fue como si desapareciera en esas sombras cómplices, mientras a la memoria de su marido volvía la lánguida muchacha de Balthus que, sentada en una silla, la cabeza voluptuosamente echada atrás, una pierna estirada, otra encogida, el taloncito en el borde del asiento, alarga el brazo para acariciar a un gato tumbado en lo alto de una cómoda que calmosamente aguarda su placer( 25).
Imagen 1. Balthasar Klossowski( Balthus). Desnudo con gato, 1949
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