Mi primera publicacion VOLUMEN 20-MIGRACION-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO-20 | Page 56

56 Manuel García y Griego Este rechazo a la etiqueta “mexicano” se expresó también en la promo­ ción de un comportamiento patriotero estadounidense, manifiesto sobre todo en los ritos de una nueva organización mexicoamericana establecida en el sur de Texas en 1929: la Liga de Ciudadanos Unidos Latinoamericanos, mejor conocida por sus siglas en inglés, LULAC. 63 Sus estatutos exigían que la mesa directiva de cada nueva localidad —formada bajo sus auspi­ cios— tomara un juramento público de lealtad a Estados Unidos y a su Constitución, que utilizara el inglés como idioma oficial y que el rezo de Jorge Wash­ing­ton formara parte del rito inicial de sus reuniones. Según uno de sus líderes de los años 1930, la LULAC rechazaría cualquier teoría, doctrina e ideología “que no lleve la bandera estadounidense como sus es­tan­ darte”. 64 El nom­bre mismo de la LULAC subraya la nueva orientación: “lati­ noamericana” en vez de “mexicana” y “ciudadanos” como elemento central de su identidad. Pese a lo que podría parecer al lector que haya vivido la experiencia de participar en reuniones de organizaciones mexicoamericanas, el evitar el uso de la etiqueta “mexicano” no significaba que LULAC rechazara los orígenes culturales mexicanos de sus miembros. Se alentaba estudiar el es­pa- ñol, aunque el inglés se veía como el idioma importante; se entendía que sus miembros estarían inmersos en una vida bicultural, pero se enfatizaba no olvidar cuál era el país que exigía su lealtad. Esta estrategia tuvo ele­ mentos esquizofrénicos obvios: por un lado, celebrar la cultura mexicana en privado y, por el otro, desasociarse de lo mexicano en público. La LULAC protestaba la segregación de mexicoamericanos conjuntamente con la de los negros y, simultáneamente, se ostentaba como líder de una población que merecía la clasificación de “blanca”. 65 Entre los años cuarenta y sesenta, la LULAC apoyó litigios en contra de la discriminación en general y segregación en particular, educación bilin­ güe y la enseñanza del inglés, y el nombramiento de méxicoamericanos a puestos de gobierno. Uno de los momentos exitosos para la comunidad me­ xicoamericana texana ocurrió en 1954, cuando la Suprema Corte determinó que la práctica de excluir a los mexicoamericanos de los jurados en tribu­ nales de Houston contradecía la decimocuarta enmienda a la Constitución de Estados Unidos. Como resultado, LULAC consiguió su objetivo de obli­ gar a los tribunales que reconocieran a los mexicoamericanos como grupo étnico protegido por esa enmienda constitucional, aun sin calificarlos como Márquez, p. 17. Márquez, pp. 10, 20. 65 Márquez, pp. 23, 29-31. 63 64