Mi primera publicacion VOLUMEN 20-MIGRACION-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO-20 | Page 51

El México de afuera en Estados Unidos 51 me­­diablemente por vagos y perezosos. El país bajo su control se ha mante­ nido es­tacionario por siglos. 39 Los méxicoamericanos e indios pueblo vivían de su trabajo en la agri­ cultura, lo que como todos sabemos, es un trabajo rudo y pesado. Quien subsistiera del trabajo agrícola en el siglo XIX no podía darse el lujo de una vida de ocio. Esta caracterización general de la población de un territorio —acompañada con la acotación al margen de que ni siquiera el español que hablaba era auténtico— nos retrata la imagen que incluso el estadouniden­ se educado y relativamente ilustrado podría tener de los méxicoamericanos del suroeste. Otros ejemplos muestran no sólo una actitud condescendiente, sino la to­ma de decisiones que repercutían negativamente sobre la vida de los mé­ xicoamericanos. En 1908, un observador comentó que los obreros contra­ tados por la compañía ferrocarrilera Southern Pacific recibían salarios diferenciales según su nacionalidad: griegos, $1.60; japoneses, $1.45; mexica­ nos, $1.25 al día. 40 En 1910, cuando la comunidad de San Ángelo, Texas, construyó una nueva escuela para sus escolares, los edificios viejos con todas sus limitaciones se designaron a la escuela segregada para alumnos de origen mexicano. 41 En los años 1920, cuando la Iglesia católica de Los Án- geles inició proyectos para proveer servicios a inmigrantes mexicanos, el arzobispo se vio obligado a ocultar los gastos destinados a tales servicios por temor que los feligreses sajones de su diócesis objetaran sobre su magni­ tud. 42 Las actividades de la Ku Klux Klan en una zona de California en 1920 estaban encaminadas a intimidar a mexicanos en los años 1920. 43 En 1936, un observador comentó que el salario que pagaban a mexicanos en San Anto­ nio, Texas, para trabajo pesado era de “pura explotación” e inferior a lo que cualquier otro habría exigido para trabajo semejante. 44 En 1943, el emba­ jador Francisco Castillo Nájera se quejaba ante el secretario de Estado es­ ta­dounidense que, mientras a trabajadores sajones en las minas de cobre en Arizona se las pagaba 6.10 dlls. al día, a los mexicanos se les pagaba 4.90 dlls. por el mismo trabajo, y las compañías se negaban a promover a mexicanos y a personas de origen mexicano a puestos superiores. 45 También en 1943, el Porter, p. 447. Clark, p. 479. 41 Acuña, p. 157. 42 Sánchez, p. 162. 43 Mechaca, pp. 51-53. 44 R. García, p. 36. 45 Copia, Francisco Castillo Nájera a Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), 19 de junio de 1943, exp. 1451-18, Archivo de la Embajada de México en Estados Unidos de América (AE­ MEUA), Archivo Histórico Genaro Estrada, SRE, México. 39 40