Mi primera publicacion VOLUMEN 20-MIGRACION-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO-20 | Page 38

38 Manuel García y Griego a ver la inmigración verdaderamente importante como fenómeno transo­ céanico, no tenían de qué preocuparse en su frontera sur. 6 Un informe consular de 1904 señaló: “El número de emigrantes de México a Estados Unidos es pequeño y no hay probabilidad de un aumento considerable de éste en el futuro”. 7 Agregó que pocos mexicanos disponían de los recursos necesarios para emprender un viaje internacional, salvo la pequeña pobla­ ción que radicaba a unos cuantos kilómetros de la frontera. Dos años des­ pués, un agente migratorio observó que en la garita entre El Paso y Ciudad Juárez la práctica común era no impedir la entrada de mexicanos, ni siquie­ ra indagar si habían sido enganchados por contratistas (práctica común entre trabajadores mexicanos de la época). 8 Desconocemos si el cónsul estadounidense que en el año 1904 pronos­ ticó pocas posibilidades de una migración mexicana se enteró del error de sus supuestos, pero escasamente cuatro años después otro informe describió el surgimiento de una migración de tal vez 60 mil mexicanos trabajado- res cruzando la frontera cada año. 9 Ese flujo aumentó con el estallido de la Re­volución, y creció aún más en 1917 cuando Estados Unidos entró a la Primera Guerra Mundial y suspendió el requisito del pago de impuestos (y también el de alfabetismo) con el fin de conseguir trabajadores agrícolas. 10 Muchos más cruzaron la frontera sin registrarse, nadando por el río Bravo. Fue a partir de entonces que se popularizó el término “espalda mojada”, para referirse peyorativamente a estos trabajadores. La migración de indo­ cumentados mexicanos aumentó sensiblemente, y en 1924 se consolidaron las patrullas migratorias para detener a chinos, así como a mexicanos. Esta organización fue bautizada como la Border Patrol, es decir, la Patrulla Fron­ teriza. Para tener mejor idea de la magnitud y tendencia de la migración de me­ xicanos a Estados Unidos de aquella época, no son útiles las estadísticas de cruces en la frontera ni a la de inmigrantes recibidos por Estados Unidos. Recurrimos a otra información: los registros de los censos de población de Estados Unidos. Los datos sobre el país de nacimiento de los censados son información sumamente útil hasta nuestros días, aunque hay que tomar en cuenta sus limitaciones. Una es que no registra —ni debe registrar— la presencia de personas que llegan para trabajar temporalmente porque, de El contexto parecería darles la razón. En 1905, por ejemplo, más de un millón de inmigrantes llegaron por mar. 7 U.S. Department of Commerce and Labor, vol. XXX, “Special Consular Reports; Emigration to the United States”, Washington, D.C., GPO, 1904, p. 175. 8 Sánchez, pp. 50-52. 9 Victor Clark, pp. 466-522. 10 Kiser y Kiser, p. 10. 6