Mi primera publicacion VOLUMEN 20-MIGRACION-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO-20 | Page 39

El México de afuera en Estados Unidos 39 encontrarse con el entrevistador durante el levantamiento del censo, debe­ ría contestar que no tienen residencia habitual en el país 11 (aun así, el índi­ce de masculinidad para ciertas edades sugiere que algunos trabajadores tem­ porales sí aparecen en los censos). 12 Otra limitante es que el censo jamás cubre todas las viviendas que debería, ni registra a todas las personas dentro del hogar, porque el entrevistado a veces se olvida o los oculta. Viviendas y hogares en zonas marginadas tienden a escapar la enumeración comple­ ta censal. Además, hay errores en las respuestas que pueden dificultar la clasificación fidedigna de ciertos grupos; por ejemplo: nacionalidad, raza, gru­ po étnico, edad y lugar de nacimiento. Agreguemos a todo esto que en Estados Unidos se tienen nociones parti­ culares de lo que son razas y etnias, y que éstas han cambiado con el tiempo, especialmente a partir de 1970, cuando por primera vez se preguntó sobre el origen “hispano” o “mexicano”. El censo averigua sobre la raza y etnia de la población, pero el tema es delicado y han surgido problemas de clasi­ ficación. Por muchos años sólo se concebía la posibilidad de tres grandes grupos raciales: “blancos” (euroamericanos); “negros” (casi todos descendien­ tes de esclavos africanos) e “indios” (las múltiples poblaciones indígenas que los “blancos” encontraron al empujar su frontera hacia el occidente). “Mulatos” y “mestizos” no existían en las nociones estadounidenses: quie­ nes tenían ascendencia negra o indígena así los clasificaban, aun cuando padre o madre fuera de origen europeo. A principios del siglo XX algunas nacionalidades fueron clasificadas como “razas menores”: china, japonesa y filipina, entre otras. La información registrada en los censos es, para todo propósito prácti- co, voluntaria. Depende de la buena voluntad de la persona del hogar que pro­porciona la información solicitada. Una fuente de error al registrar el país de nacimiento puede ser la politización del ambiente migratorio o el lan- zamiento de redadas de deportación durante el levantamiento del censo. El censo no pregunta sobre el estatus migratorio ni solicita documentación para clasificar a los miembros del hogar según calidad migratoria (sólo pregunta país de nacimiento). Pero el temor de los indocumentados de ser descubier­ tos como tales o el clima antimigratorio durante el censo pueden re­percutir en cómo se conteste esta pregunta. Tenemos indicadores, por ejem­plo, que durante el levantamiento del censo de población de 1930, tales temores lle- 11 El censo de Estados Unidos, como el de México, registra población de jure y no de facto. Ello dificulta enormemente detectar flujos temporales. 12 El índice de masculinidad se refiere al cociente número de hombres entre número de mujeres de la misma categoría de población y grupo de edad. Cuando “sobran” hombres en edades jóvenes adultos entre personas nacidas en México, sabemos que éstos probablemente están trabajando temporalmente en Estados Unidos.