Mi primera publicacion VOLUMEN 20-MIGRACION-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO-20 | Page 36

36 Manuel García y Griego Desde años atrás, el México de afuera había recibido atención pública y política. El crecimiento vertiginoso de este grupo a partir de 1970 provocó fuertes reacciones antimigratorias: proyectos de ley de control migratorio en la década de 1980, una propuesta llamada 187 en California para res­ tringir el acceso de indocumentados a la educación pública y a otros servi­ cios, e intentos de castigar severamente la estancia de indocumentados, lo que provocó marchas masivas de protesta en 2006. En 2016, un candidato a la presidencia en Estados Unidos empezó su campaña dirigiéndose con insultos a inmigrantes mexicanos y a su país de origen. Llegó a la presiden­ cia, en par­te, de­bi­do a su postura antimigratoria y antimexicana. No debe sorprender que entre los grupos que se oponen al actual presidente de Esta­ dos Unidos y a sus políticas migratorias, ocupan un lugar prominente las organizaciones nacionales de latinos y especialmente de mexicoamerica­ nos. Los orígenes de las posturas de esas organizaciones se encuentran en la relación histórica que en este trabajo se analiza entre inmigrantes mexi­ canos y mexicoamericanos. El propósito de este capítulo es analizar la relación entre inmigrantes me­xi- canos y los chicanos en una trayectoria histórica larga, desde 1850 hasta fines del siglo XX. Enfocarnos en las tendencias de largo plazo nos lleva a enfatizar algunos acontecimientos que frecuentemente se ignoran en las historias populares y hacer a un lado otros. Desde 1850, los chicanos e in­ migrantes mexicanos han ocupado un lugar inferior en la escala social es­ tadounidense, han sufrido vejaciones y discriminación, y han luchado por diferentes caminos hacia un mismo fin: el avance socioeconómico de su grupo. En esa lucha, tanto inmigrantes como mexicoamericanos han en­ frentado las mismas interrogantes: ¿hasta qué punto comparten los mismos intereses?, ¿la relación se caracteriza principalmente por solidaridad o compe­ tencia?, ¿cuál es su lealtad a su patria chica?, ¿deben los mexicoamerica­nos desasociarse de los inmigrantes o hacer causa común?, ¿bajo qué circuns­ tancias deben colaborar con el gobierno de México si el objetivo inmediato (reducir los incidentes de discriminación) es el mismo, pero los fines últi­ mos (reinvindicación para la nación mexicana o lograr una mejor integración con la sociedad estadounidense) diferentes? Las respuestas que el lideraz­ go de estas comunidades le dieron a estas preguntas dependieron de circuns­ tancias históricas. De todas éstas, las que más peso tuvieron fueron las prácticas discriminatorias de los “euroamericanos” o “sajones”, que pocas ve- ces distinguían entre inmigrante mexicano y mexicoamericano. 3 3 No hay ningún término que sea totalmente satisfactorio para describir a la población ma­ yoritaria dominante en Estados Unidos de origen europeo: “sajones”, “euroamericanos” y “blan­ cos” son los más comunes y los utilizaremos según el contexto.