Mi primera publicacion VOLUMEN 20-MIGRACION-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO-20 | Page 28

28 josé luis calva En su capítulo, Chávez y Lemus señalan: “El cruce de migrantes centroame­ ricanos y de otras nacionalidades por la frontera sur de México continuará, porque prevalece la crisis económica, social y política en sus países de origen. Siempre tendrán la esperanza de que en países con un nivel más ele­ vado de desarrollo encontrarán mayores opciones de trabajo y una mejor calidad de vida”. Más aún, frente al endurecimiento de las políticas migra­ torias en Estados Unidos y el recrudecimiento de la violencia y la pobreza en Centroamérica, señalan Chávez y Lemus, es probable que “un creciente número de migrantes intentarán encontrar alguna opción de trabajo en México”. En esta perspectiva, destaca la postura humanitaria de solidaridad y hos­ pitalidad planteada por López Obrador, al afirmar que “México otorgaría visas laborales en el sureste del país a centroamericanos, confiando en que habrá posi­bilidades de generar empleos. Tanto por la construcción del Tren Maya y las obras en el Istmo de Tehuantepec, como por el programa de siem­ bra de árboles frutales y maderables, que producirán espacios laborales que atemperarán las corrientes migratorias hacia Estados Unidos” (La Jornada, 29/III/2019). Sin embargo, aunque la intención es buena, no hay que hacer­ se ilusiones de que México pueda generar —sin un cambio fundamental de su estrategia económica— suficientes empleos remunerados para los jó­ venes mexicanos, y también para migrantes centroamericanos. Además, hay algo que debe observarse: existe una quizá na­da extraña coincidencia entre el paro en seco de la migración de mexicanos a Estados Unidos (eufóricamente llamado por el gobierno de Calderón “mi­gración cero”) y el mayor crecimiento de la delincuencia y la violencia en México. Basten dos indicadores: el número de homicidios dolosos en Méxi­co pasó de 10 253 en 2007, a 20 143 en 2010 y a 30 499 en 2018 (Sistema Nacional de Seguridad Pública, disponible en ); y el número de tomas clandestinas de huachicol pasó de 462 en 2009, a 1 449 en 2012, a 3 674 en 2014, a 12 581 en 2018 (Reforma, 18/II/2013 para 2006-2012; para 2014 La Jornada, 9/II/2016; para 2018, PEMEX, Reporte de tomas clandesti­ nas). Ergo, la espiral de violencia y delincuencia en Méxi­co podría estar, por lo menos en parte, causalmente asociada al cierre de la válvula de escape que representaba la migración de trabajadores a Estados Unidos no com­ pensada por una mayor generación de empleos remunerados en México. Para poner fin a las causas económicas y sociales internas de la emigra­ ción de mexicanos, que son al mismo tiempo, sin duda alguna, causas so­ cioeconómicas de la proliferación de la violencia y la delincuencia (véase el volumen De la inseguridad pública a la Gran seguridad, de esta colección), es necesario poner fin a la estrategia neoliberal que ha provocado el lento