Mi primera publicacion VOLUMEN 20-MIGRACION-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO-20 | Page 19

prólogo 19 Unidos, el costo educativo habría sido de $613 mmdd, a precios constantes de 2008, en el mismo periodo. Las remesas canalizadas a México, que suelen ser consideradas una pérdida de recursos para Estados Unidos, habrían al­ canzado apenas 30% del recurso educativo transferido a Estados Unidos por la fuerza de trabajo migrante de origen mexicano”. Además, Delgado Wise y Gaspar Olvera calculan también el costo implí­ cito de la “transferencia de recursos invertidos en la reproducción social” de los trabajadores mexicanos emigrados a Estados Unidos, es decir el costo de “la formación de las personas antes de emigrar. Estos costos incluyen una diversidad de rubros, como el bienestar público, programas sociales y gastos familiares […] que constituyen la base socioeconómica para la formación de capital humano”. Su resultado es que, por estos conceptos, México trans­ firió $257 miles de millones de dólares (a precios de 2008) a Estados Uni­ dos durante el periodo 1994-2008. “La sumatoria de los costos socia­les y educativos […] arroja un total de $340 mil millones de dólares, lo que implica 1.8 veces la cantidad de todas las remesas enviadas a México entre 1994 y 2008”. Por consiguiente, afirman los autores, “la sociedad mexica­ na subsidia a la economía estadounidense a través de la migración laboral”. Causas iguales producen efectos iguales: mientras continúe aplicándose en México la estrategia neoliberal, la economía nacional será incapaz de generar suficientes empleos remunerados para nuestros jóvenes, de modo que continuará la propensión de millones de ellos a emigrar, y nuestro país continuará subsidiando a la economía estadounidense y transfiriéndole buena parte de nuestro “bono demográfico”. Los primeros mexicanos en Estados Unidos se encontraron de ese lado de la frontera como resultado de la anexión de más de la mitad del territorio mexicano tras la guerra imperialista y la firma de los tratados de Guadalu­ pe Hidalgo en 1848. “Los mexicanos que ahí se quedaron después de 1848 —relata Manuel García y Griego en su capítulo de este volumen— segura­ mente desconocían la noción moderna de minoría étnico-racial, pero pron­ to aprenderían que con la conquista del territorio se habían sumido a un estatus de casta inferior”. En 1850, la población de origen mexicano en Es­ tados Unidos fue estimada en 81 508 personas. Después de la anexión, siguiendo el relato de García y Griego, vino una etapa de escasa migración, de manera que en 1880 la población de origen mexicano fue estimada en 290 642 personas, en su mayoría descendientes de quienes se quedaron de aquel lado de la nueva frontera. En 1900 —de acuerdo con las cifras de Rodolfo Corona (Estimación de la población de ori­ gen mexicano en Estados Unidos, COLEF, México, 1992)— la población de origen mexicano en Estados Unidos fue de 463 mil personas, de las cuales 360 mil eran nacidas en Estados Unidos y 103 mil eran inmigrantes.