Mi primera publicacion VOLUMEN 20-MIGRACION-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO-20 | Page 18

18 josé luis calva productos nacionales, de modo que apoye el crecimiento acelerado y soste­ nido del producto nacional y del empleo. Así que no hay que culpar tanto a las remesas (ni a los ingresos petroleros) del mal desempeño de la economía mexicana por efecto de la enfermedad holandesa, porque ésta ha sido tole­ rada y, además, ha ido acompañada de los demás componentes de política económica de la estrategia neoliberal. Algo similar ocurre con el mayor efecto negativo directo de la exporta­ ción de trabajadores sobre el crecimiento económico de México: la dilapi­ dación de nuestro bono demográfico. Recuérdese que la esperanza de que México logre un crecimiento económico superior al 7% anual tiene entre sus fundamentos la existencia de una estructura demográfica en la cual los trabajadores en activo pueden alcanzar su más alta proporción respecto a la población económicamente dependiente, de manera que pueden lograrse mayores tasas de ahorro interno, inversión y crecimiento económico. Es el llamado “bono demográfico”, que en México se extiende hasta la tercera década del siglo veintiuno; y que los exitosos países asiáticos como China, gracias a sus audaces estrategias endógenas de desarrollo e inserción efi­ ciente en la economía global, han aprovechado para conseguir el acelerado crecimiento de sus economías. Por el contrario, la estrategia económica aplicada en México desde 1983 hasta el presente, ha resultado un fracaso para generar suficientes empleos remunerados para las nuevas generaciones, de manera que en vez de aprove­ char nuestro “bono demográfico”, lo estamos dilapidando, transfiriéndolo en gran parte a Estados Unidos. Esto se manifiesta incluso en la exporta­ ción de trabajadores calificados y altamente calificados, tan necesarios para el desarrollo económico nacional. De acuerdo con las cifras de Selene Gaspar Olvera en este libro, los inmigrantes con estudios superiores nacidos en Mé­ xico residentes en Estados Unidos pasaron de 155 852 en 1990 a 1 006 807 en 2015; de ellos, los inmigrantes con estudios de posgrado pasaron de 43 117 en 1990 a 171 600 en 2015; los inmigrantes con licenciatura pasa­ ron de 71 405 a 514 491 en 2015; y los inmigrantes con “grado asociado a licenciatura” pasaron de 41 330 en 1990 a 320 716 en 2015. Una evaluación de los costos que para México implica la exportación de trabajadores con estudios superiores —o con otros niveles de escolaridad— se presenta en el capítulo de Delgado Wise y Gaspar Olvera en este volumen. Tomando en cuenta el nivel de escolaridad con el que los migrantes mexi­ canos llegaron a Estados Unidos, los autores estiman que “el costo educa­ tivo implícito en la fuerza de trabajo” exportada por México a Estados Unidos ascendió a 83 mil millones de dólares entre 1994 y 2008. “Si los niveles de escolaridad que los migrantes mexicanos llevaron consigo a Estados Unidos se hubieran alcanzado en las escuelas públicas de Estados