Mi primera publicacion POST-TAREA YENI-RD | Page 7

No obstante, la gama de productos lácteos implicados en los brotes de TIA descritos es muy diversa, siendo difícil establecer un patrón concreto. El consumo de leche no pasteurizada, pero también de leche pasteurizada, incluso UHT, ha sido involucrada en la mayoría de brotes, seguida de los quesos de diferentes variedades. Ocasionalmente también se ha implicado a otros productos lácteos, como nata, mantequilla, yogur o leche en polvo maternizada. En la mayoría de los casos en que la leche había sufrido un tratamiento térmico, la presencia de los microorganismos responsables se asoció a contaminaciones posteriores por malas prácticas higiénicas durante la elaboración. Un ejemplo es la implicación de Salmonella spp en varios brotes de TIA ocurridos en niños de corta edad por consumo de leche en polvo maternizada. Este tipo de producto también ha sido implicado en algunos casos de enfermedad grave por Enterobacter sakazakii en recién nacidos, principalmente prematuros. Este microorganismo se considera que puede actuar como oportunista, aunque aún se conoce poco sobre él y sobre su mecanismo de actuación, pero es necesario que las industrias tomen las medidas oportunas para evitar su presencia. Otros peligros presentes en los productos lácteos Existen otros agentes patógenos que aunque no han sido relacionados directamente con brotes de TIA por consumo de productos lácteos, su presencia en éstos ha sido demostrada por diferentes estudios, por lo que este riesgo debería ser también considerado al realizar el análisis de peligros para la implantación del APPCC por parte de las industrias. Entre los agentes biológicos cabe citar algunas bacterias como Mycobacterium avium paratuberculosis. Este microorganismo es el agente causante de la enfermedad de Johne en el ganado vacuno, pero recientemente algunos estudios lo han señalado como posible agente causal de la enfermedad de Crohn en humanos. La posible vía de infección sería el consumo de leche contaminada. En un estudio realizado en Inglaterra, se detectó la presencia de este microorganismo en el 2,1% de las muestras de leche pasteurizada comerciales analizadas. Se ha especulado con la posibilidad que este microorganismo pueda resistir los tratamientos de pasteurización convencionales (71 ºC/15 seg), aunque los estudios realizados hasta ahora son contradictorios en este sentido. Otros riesgos potenciales son los virus, aunque no existen muchos datos sobre el papel de productos lácteos en su transmisión. Debemos considerar no obstante que el ganado vacuno puede ser portador de algunos tipos de virus entéricos, como Rotavirus o Norovirus, que pueden contaminar la leche durante el ordeño si las condiciones higiénicas no son las adecuadas. Estos virus parecen tener una gran especificidad de huésped y no hay datos de que puedan transmitirse a humanos. Aún así son bastante similares a sus equivalentes humanos, por lo que no