Mi primera publicacion POST-TAREA YENI-RD | Page 23

diferentes modalidades para su preparación. En 1657, un ciudadano francés que residía en Londres abrió un local llamado "The Coffee Mil and Tobaco Roll", en el cual comenzó a vender tabletas de manteca y polvo de cacao para preparar la bebida en Inglaterra, siendo históricamente el punto de partida de la popularidad del chocolate en Europa. Los suizos comenzaron a fabricar chocolate a mediados del siglo XIX, cuando el industrial Daniel Peter lo mezcló con leche líquida para hacerlo más cremoso. Sin embargo, la mezcla no fue exitosa debido a la dificultad para mezclar un producto esencialmente graso, con uno de base principalmente acuosa. Fue un fabricante suizo-alemán de leche evaporada, Heinrich Nestlé (que más tarde "afrancesó" a Henry Nestlé) quien tuvo la idea de mezclar la pasta de cacao con leche evaporada y azúcar, iniciando así la fama del chocolate suizo. Posteriormente, otro suizo, Rudolf Lindt comenzó la fabricación de tabletas de chocolate sobre una fórmula similar a la de Nestlé. Más tarde, Theodor Tobler desarrolló la clásica forma triangular de sus productos. Paradójicamente el cacao volvió a América en manos de empresarios confiteros, como Milton Hershey, quienes lo industrializaron masivamente. Fue quizás durante la primera y segunda guerra mundial donde más se popularizó el consumo de chocolate, ya que era uno de los alimentos prioritarios de las tropas americanas en el frente europeo y asiático, quienes obsequiaban barritas de chocolate a los hambrientos habitantes de los países vencidos. Nestlé, Tobler, Peter, Lindt, Hershey y otros fueron verdaderos innovadores en la industria del chocolate. El chocolate, particularmente aquel que tiene un alto contenido de cacao, es considerado un alimento que aporta beneficios en la salud cuando es consumido en forma moderada (1). LAS MANTECAS Y LA MARGARINA Durante el mandato del Emperador Luis Napoleón III (1808-1873) Francia atravesaba por un período complejo, derivado de su transición hacia la industrialización y del aumento de la población (de 20 millones en 1740 a 36 millones en 1852), lo cual originó una disminución de la disponibilidad de alimentos, particularmente de materias grasas, con el consiguiente descontento social. Napoleón III, quien aunque no tenía la estrategia política de su famoso tío, Napoleón I, detectó la importancia político-social de la situación y convocó en 1869 a un concurso público para "obtener un producto que permita reemplazar a la mantequilla para el ejército, la marina y las clases más desfavorecidas" (seguramente en ese orden de importancia), acotó además "el producto deberá ser económico y capaz de conservarse sin contraer gusto desabrido y fuerte olor" (5). El farmacéutico francés, Hippolyte Mège-Mouriès (1817-1880), aceptó el desafío. Este científico ya tenía a su haber varios descubrimientos, productos e incluso patentes. Dado su prestigio, fue invitado por el propio Napoleón III a realizar sus experiencias en la granja imperial de La Faisanderie, en Vincennes. Mège-Mouriès tenía 52 años y una gran experiencia práctica como investigador. Observó que las vacas lecheras sometidas a ayuno, pero recibiendo un aporte suficiente de agua producían, sin embargo, leche con un