Roosevelt. Fue dirigido por Chuck Jones, y logró tener éxito y dar
suficiente fama al estudio, que pasó entonces a llamarse United
Productions of America (UPA).
Los contratos de la UPA con el gobierno se evaporaron rápidamente
cuando el FBI comenzó a investigar actividades comunistas en Hollywood
a fines de los años 1940. Si bien no hubo cargos formales hacia ninguno
de la UPA en los inicios del mccarthismo, los contratos se cancelaron
cuando se incrementaron los roces entre Washington y Hollywood.
Columbia Pictures
Acabada la guerra, el futuro de la UPA era incierto. Ya no había demanda
de propaganda, y Hilberman y Schwartz abandonaron la compañía. Por
ese entonces la productora Columbia Pictures buscaba un reemplazo
para su estudio de animación Screen Gems y halló en la UPA al
adecuado. Así la UPA comenzó a realizar dibujos para el público general.
Al principio emplearon al dúo de El zorro y el cuervo, los cuales fueron
los personajes principales del antiguo estudio, y luego le dieron vida a
personajes propios como Mister Magoo y Gerald McBoingBoing. Los
dibujos tenían como estrellas personajes humanos, que seguían las dos
reglas autoimpuestas por el estudio: nada de animales parlanchines, y
nada de tortazos.
A pesar de su éxito, la U.P.A. sufrió más que los otros estudios de
animación una intensificada caza de brujas promovida por el senador
McCarthy, por lo que varios empleados con relaciones con el partido
comunista (especialmente Phil Eastman, Millard Kaufman y hasta el
productor/director John Hubley) fueron despedidos. Por desgracia
Hubley era considerado por sus empleados como el cerebro del estudio,
por lo que los cortometrajes de la empresa comenzaron a carecer de la
chispa y la energía que éste había entregado. Debido a la continua baja
de calidad artística en los dibujos, Columbia canceló el contrato en 1959
tras el estreno de Las mil y una noches de Mr. Magoo, el primer
largometraje producido por el estudio.
…………………..
«Hablar del diseño en animación de los años cincuenta sin mencionar la
United Productions of America (UPA) sería como hablar de los grandes
cómicos del cine sin mencionar a Chaplin o a Keaton.»
Amid Amidi
A finales de los años cuarenta un grupo de animadores y artistas idearon
una nueva forma de crear dibujos animados con un estilo cercano al arte
de vanguardia y al jazz, a diferencia de lo que habían hecho hasta
entonces las productoras mayoritarias de la época, como la Disney, la
Metro Goldwyn Mayer y la Warner Bros. Muchos de ellos coincidieron en
el estudio de la United Production of America (UPA).
La UPA fue en los años cincuenta lo que Disney en los treinta: una
referencia ineludible en el mundo de la animación. De hecho, una es hija
de la otra, ya que los fundadores de la UPA habían abandonado la Disney
por diferencias irreconciliables en lo artístico y lo laboral. El estudio que
formaron estos «rebeldes de la Disney» rompió con el canon establecido
y propuso un lenguaje gráfico contemporáneo, de líneas sencillas, de
color y animación limitada y expresiva, que resultaba atractivo y
estimulante tanto para adultos como para niños.
A diferencia de otros estudios, la UPA respetaba la visión y el estilo
individual de los creadores, entre los que se encontraban grandes
artistas del medio como Bill Hurtz, Robert Cannon, Jules Engel, Ted
Parmelee, Paul Julian y John Hubley. Los dibujos, en línea con la
arquitectura y el arte gráfico del momento (Stuart Davis, Ben Sahn, Saul
Steinberg, etc.) apostaron por nuevos temas y por la innovación en todos
sus frentes. Trabajaron junto con algunos de los mejores músicos de
jazz del momento como Dizzy Gillespie, Shorty Rogers y Chico Hamilton
y con uno de los creadores más populares de cuentos en inglés, el
escritor conocido como Dr. Seuss (The Cat in the Hat). El arquitecto John
Lautner, discípulo de Frank Lloyd Wright, diseñó un moderno estudio en
Burbank. Allí se estableció un régimen de trabajo mucho más flexible, en
consonancia con el estilo que los identificaba. Más tarde se abrieron
sucursales en Nueva York y Londres. La UPA consiguió un