la película "la mano de Dios", y en España Fantasía tuvo serios problemas
a la hora del estreno (se estrenó en 1947). La metodista Dorothy
Thompson era más astuta y no se atrevió a tocar directamente el tema
del evolucionismo, ya que no estaría todo el mundo de acuerdo con ella y
suponía un enfrentamiento con parte de la comunidad científica. Pero
trató de convencernos de que se podía identificar la filosofía de Disney
con el nazismo. Es otra vuelta de tuerca del antievolucionismo. Aún hoy,
si entramos en Internet en las páginas creacionistas veremos que se
acusa al darwinismo de ser la base teórica del racismo nazi, y se dice que
Hitler tenía El origen de las especies como libro de cabecera (por lo de la
superioridad de la raza aria, un camino creacionista para asociar el
darwinismo con el antisemitismo). Por supuesto, se cita Fantasía y se
llegan a escribir frases como esta: "Disney es el hombre que más daño ha
hecho a la humanidad después de Darwin".
En esta guerra sucia e inmoral declarada en nombre de Dios, se utiliza a
Darwin como arma arrojadiza para atacar a sus seguidores acusándolos
de nazis o antisemitas. Volvamos una vez más a la crítica de Dorothy
Thompon: "Mr. Stokowsky, in particular collaborates in the holocaust of
the masters he adores in a performance of satanic defilement committed
before the largest possible public - the countless millions of the masses
that crowd the motion picture theatres" ("El señor Stokowsky en particular
colabora en el holocausto de los maestros que adora en un espectáculo
de profanación satánica ante el mayor número posible de público - las
masas de incontables millones que atestan las salas de cine").
"Holocausto" es una palabra cuidadosamente escogida por una periodista
que todo el mundo sabía que había sido expulsada de Alemania por
Hitler, que denunciaba el exterminio de los judíos y que apoyaría
activamente la creación del estado de Israel.
El evolucionismo, con ser clave, no fue el único punto conflictivo. Los
cristianos estaban atónitos al ver a Mickey ejerciendo de brujo, al ver a
Satanás en persona actuando a su capricho y mostrando su poder en un
aquelarre, y a los dioses paganos vivitos y coleando. ¡Un escándalo! Y
Deems Taylor en su libro sobre Fantasía explicaba como se desarrollaba
paso a paso una misa negra (p. 139 a 141) que "It was essentially a
parody of the Christian mass" ("es, en esencia, una parodia de la misa
cristiana") y dice que hay remanentes de ellas en nuestra fiesta de
Halloween, comentando en detalle muchos ritos con los que los niños
americanos juegan en esa fiesta sin saber que proceden de las misas
negras. Para colmar el vaso parece justificar la existencia de las misas
negras diciendo que "un rígido puritanismo provoca siempre una reacción
de excesiva licencia" ("A too rigid puritanism has always produced a
reaction of too much license"). Y esto en un libro de lujo editado como
publicidad de una película de dibujos, que se supone que es para niños,
con prólogo de Stokowski y escrito por uno de los que han realizado
Fantasía y que es el presentador de cada pieza musical en la película.
¡Demasiado para tenerlo en un hogar americano de 1940...! ¿Sólo de
1940?
Leemos en Disney and the Bible: A scriptural Critique of the Magic
Kingdom, de Perucci Ferraiuolo, publicado por Christian Pubns en 1996:
"Fantasia... an almost total glorification of Witchcraft, Sorcery and
Satanism set to classical music. Chernobog was the complete antithesis
of the God of the Bible" ("Fantasía... una casi total glorificación de la
brujería, la hechicería y el satanismo montada sobre música clásica.
Chernobog es la completa antítesis del Dios de la Biblia"). Esta última
afirmación puede resultar sorprendente o al menos extraña. ¿Cual sería el
problema si así fuera? ¿Nos quiere decir que Chernobog es el mismísimo
Satanás encubierto, que es el anti-Dios y su antítesis? ¿Considera que el
nombre Chernobog es un truco para poder presentar impunemente a
Satanás con todo su poder y majestad en todas las pantallas del mundo?
Hay otra lectura posible: sus palabras podrían ser una defensa ante las
afirmaciones del judío ateo Sigmund Freud en su Moisés y la religión
monoteísta, publicado en 1937 y de nuevo en 1939, y donde leemos:
"Yahvé era con seguridad un dios volcánico... una de esas montañas debe
haber sido el Sinaí-Hored, donde se suponía que moraba Yahvé. Pese a
todas las modificaciones que sufrió el relato bíblico, según E. Meyer
podria reconstruirse el carácter original del dios: es un demonio siniestro