Mi primera publicacion ANALES 2018 FINAL FINAL p | Page 393

A nales de la R eal A cademia de M edicina y C irugía de V alladolid 393 de la calentura, y su impugnación por el Dr. Juan Brown, con una censura del sistema browniano. A estas noticias de Morejón y Llansol, hemos añadido, al- gunos documentos estrechamente relacionados con las propuestas de Morejón. La noticia recogida en el Diario de Valencia (1796), refiere los progresos de la inoculación desde 1793 en Castellón, ofreciendo una valiosa información de las élites valencianas que colaboraron activamente inoculando a sus hijos: “Tomás Bernat Cirujano actual de esta Villa [Castellón de la Plana] practicarla en el año 93. Principió por dos sobrinos suyos (para quitar todo el temor a las gentes) el uno de dos meses y medio, y el otro de dos años, y aunque no lo consiguió ente- ramente por un efecto de la preocupación e ignorancia, que hay todavía en este punto, logró sin embargo inocular con el más feliz suceso a más de cien personas de dicho Pueblo, y cinco en los lugares inmediatos desde la edad de 3 meses hasta de 5 años, sin haber muerto ninguno, ni ocurrir resulta alguna. Contribuyó mu- cho a vencer las preocupaciones, y desterrar el miedo, el exemplo del Brigadier D. Antonio Bermúdez de Castro, Gobernador en la dicha, inoculando dos hijas y un hijo, D. Luis Morquera Alcalde mayor, un hijo, D. Fausto Valles, Barón de la Puebla, cinco, D. Francisco Giner, Barón de Benicásim, después de haberle muerto siete hijos de viruelas naturales, inoculó a dos hijas, las que tuvieron feli- ces, D. Antonio Vera, un hijo. D. Mariano Ferrer, uno. D. Christoval Más, dos. D. Felipe Catalá, Regidor perpetuo, tres. D. Leandro Espín y D. Josef Sarti, ambos Ministros de Marina, un hijo cada uno. D. Miguel Pérez, Administrador del Co- rreo, dos. El Dr. D. Bernardo Falcó, y el Dr. D. Vicente Goda, sin embargo de la preocupación que tenían sobre la inoculación, aquél inoculó dos hijas, y éste una. Advirtiendo que algunos de estos inoculados padecían una expulsión de erpes, y otros estavan en la dentición, y todos no sólo lograron unas viruelas felices, si que quedaron libres de sus accidentes, como en el día están robustos, y buenos”. Tres géneros se reparten el interés por la vacuna, elegidos según la opción personal de sus autores: la carta en forma de ensayo argumentativo y expositi- vo, el diálogo didáctico, y el poema destinado a ilustrar y divulgar la vacuna. En suma se trata en líneas generales de géneros adaptados al uso cotidiano de la prensa como medio de difundir las Luces. Entre los promotores de la vacuna jenneriana en Valencia, figuran Antonio Hernández Morejn, Félix Miquel cate- drático de Clínica, Francisco Llansol y Vicente Vivas, la vacunación como en el resto de España cundió con enorme rapidez, siendo el Diario de Valencia, una fuente de primera mano que nos informa del progreso. El método de vacunación había alcanzado enorme difusión, según refiere el Diario de Valencia (10 de Juno de 1807), sólo este facultativo comisionado por el Gobierno y el Capitán General había vacunado hasta esta fecha a 21.516 niños cifra que alcanzaba masivamente a la población valenciana.