Mi primera publicacion ANALES 2018 FINAL FINAL p | Page 372

372 V olumen 55 (2018) Peculiaridades epidémicas y clínicas de la Gripe Española La pandemia de gripe de 1918 fue la más grave de la historia reciente. Aun- que no hay un consenso universal respecto a dónde se originó el virus, la pro- pagación a nivel mundial fue extraordinariamente rápida. En la primera onda, a pesar de que el número de personas contagiadas fue muy elevado; las tasas de mortalidad no fueron particularmente altas, y eso hizo posiblemente que no se to- mara la situación con suficiente seriedad, contribuyendo a su extensión. La guerra y el trasporte militar influyeron en este hecho que pudo servir de amplificador y difusor de la epidemia en EEUU e igualmente pudo suceder en Europa con los campamentos militares a uno y otro lado del canal de la Mancha, situaciones postuladas como facilitadoras del reordenamiento genético entre virus humanos y animales que originaran el virus pandémico (13) . La mayoría de casos presentaba síntomas típicos del cuadro gripal junto con fiebre elevada. Entre los enfermos se produjeron un 6% de neumonías, 1% de hospitalizaciones y una mortalidad media del 2,5% con oscilaciones geográficas mundiales entre el 1,75 y el 6%. La causa más frecuente de muerte fue la neumo- nía secundaria bacteriana (14,15) . A las pocas horas del ingreso los pacientes presen- taban las “manchas de Mahogany” de color marrón oscuro, en ambas mejillas, precursoras de una cianosis facial horas más tarde y de la muerte (16). Con menor frecuencia la neumonía era de tipo hemorrágico agudo viral demostrada en algu- nas autopsias y su presentación sucedía a los 5-6 días de iniciado el cuadro. La ausencia de antibióticos y otras medidas terapéuticas de soporte vital hizo que los cadáveres se acumularan en algunos momentos de la epidemia y plantearan pro- blemas sociales e imágenes dramáticas (Figura 5) . Fue muy difícil garantizar personal cualificado que asistiera a los enfermos ya que el 30% de los médicos americanos estaban enrolados en el ejército (17) . Los casos aparecieron en lugares tan alejados entre sí como México, Rusia, Irán, Nueva Zelanda, Argelia, Gambia e Islas Fiji, por mencionar solo algunos de ellos. La expectativa de vida se redujo 12 años en EE.UU, en donde murieron 675.000 personas (18) . Pese al transcurso de los años y la evolución de la tecnología no se han logrado explicar todavía todas las circuns- tancias que rodearon a la mortal pandemia (19) . Su origen y patogénesis continúan siendo desconcertantes para la epidemiología y la virología modernas (20,21) . Hay que tener en cuenta que el 95% de los casos no tuvieron relevancia clínica (5) , concentrándose la mortalidad y los casos graves en el grupo de edad de 25 a 29 años así como en los muy ancianos, estando los niños de 5-15 también afectados, aunque con menor mortalidad que los jóvenes. El mismo virus produjo una en- fermedad leve o banal en aquellos que eran ligeramente mayores o menores que ese “cinturón de edad maldito” de edad. Más aún; en las personas muy mayores se produjeron menos casos mortales en 1918, paradójicamente con tasas de mor- talidad menores que en estaciones de gripe de años anteriores (1911–1917) (22) . En