Mi primera publicacion Abril 2019 | Page 9

• El tiempo de compresión debe ser igual al de la descompresión (ciclo de relación compresión descompresión de 50 %-50 %). • Siempre debe permitirse el completo retroceso del tórax. • Para los más pequeños y en presencia de dos rescatadores, para realizar las compresiones cardiacas se puede utilizar una variación de la técnica; con ambas manos rodeamos el tórax, de forma tal que los pulgares queden sobre el esternón, a 2 cm debajo de la linea intermamilar y el resto de los dedos, sobre la parte posterior del tórax; se comprime con el pulpejo de los pulgares los cuales no se deben despegar del tórax. Técnica descrita para el recién nacido. Fig. 4-7 Posición de las manos para las compresiones cardiacas en el lactante. Si el niño es muy pequeño, la RCPC en él, cumple la misma secuencia y métodos que para el recién nacido, que se muestran más adelante. El apoyo circulatorio se combina con la ventilación de rescate a una relación de 30:2 (5 ciclos) si es un rescatador o 10 ciclos de 15:2 si son 2 o más socorristas. Luego del primer minuto, active el sistema de emergencia si no lo había hecho. Fig. 4-8 RCPC en el lactante. Se ha recomendado por los diferentes comités internacionales de reanimación, el entrenamiento de la comunidad en esta técnica, lo cual requiere de una adecuada supervisión por el sistema de salud, una cuidadosa planificación de su implementación y un buen enlace con el sistema de emergencia. Ha sido tan internacionalmente aceptado su uso, que se considera a la desfibrilación, parte del apoyo vital básico. De sentido similar, en algunos países existen programas de entrenamiento y ubicación de los DEA en sitios donde las persona tienen más posibilidades de sufrir un PCR súbito, como en aeropuertos, casinos, estadios deportivos, etc. Existen varios tipos de desfibriladores. Se clasifican según el tipo de energía que liberan en monofásicos y bifásicos ; también pueden ser automáticos y semiautomáticos. El desfibrilador automático externo (DEA) , está diseñado para personas no profesionales de la salud y aunque necesita de un entrenamiento mínimo, permite a los socorristas desfibrilar como parte del apoyo vital básico tanto para adultos como niños. La posición de los electrodos es importante, uno se coloca debajo de la clavícula derecha y el otro, a la izquierda del pezón, en la línea axilar media. Los electrodos más efectivos son los que miden 12 cm de diámetro. El DEA administra un choque eléctrico controlado (la energía viene predeterminada), a los pacientes con fibrilación ventricular: Se conecta al paciente a través de 2 parches conductores adhesivos, conectados a través de un cable (Fig. 4-9), tiene un microprocesador que analiza el ritmo y reconoce la fibrilación ventricular y la taquicardia ventricular (en ausencia de pulso, estas son las únicas indicaciones de desfibrilar) y le indica al socorrista si puede ejecutar o no el choque (es automático pues es el equipo y no el rescatador el que reconoce el ritmo). Los más sencillos se encienden al abrirlos y solo tienen el botón para la descarga; otros más profesionales permiten al rescatador observar en una pantalla el ritmo y seleccionar la energía para la descarga. La energía a descargar recomendada cuando se pueda seleccionar será de una descarga de 150 a 200 joules para los monofásicos y de 360 en los bifásicos ; luego de ello, se continúa la RCPC por dos minutos al cabo del cual se realiza un nuevo análisis. Si la RCPC se prolonga en el tiempo, puede aumentarse progresivamente el nivel de energía, aunque puede mantenerse la misma. Nunca olvidar que no debemos estar en contacto con el paciente u otro objeto cercano a él en el momento de dar la descarga eléctrica, suspenda la RCPC si ya está iniciada. Electrodos o parches Desfibrilación automática externa Cables conductores Como ya se ha explicado, aun en presencia de una parada cardíaca, el corazón puede presentar algún tipo de actividad eléctrica. Se ha demostrado, que, en el adulto, la principal forma de PCR es la llamada fibrilación ventricular, la cual se observa como una serie de ondas finas que recuerdan un muelle estirado. La aplicación de una descarga eléctrica pequeña con corriente directa por medio de un equipo especial llamado desfibrilador , puede revertir este ritmo y mientras más precozmente se realice, la probabilidad de sobrevivir sin secuelas es mucho mayor; por ello, se debe desfibrilar tan pronto se detecte un ritmo desfibrilable (fibrilación ventricular y taquicardia ventricular sin pulso). Fig. 4-9 Colocación de un DEA 49