• El tiempo de compresión debe ser igual al de la
descompresión (ciclo de relación compresión
descompresión de 50 %-50 %).
• Siempre debe permitirse el completo retroceso del tórax.
• Para los más pequeños y en presencia de dos rescatadores,
para realizar las compresiones cardiacas se puede utilizar
una variación de la técnica; con ambas manos rodeamos el
tórax, de forma tal que los pulgares queden sobre el
esternón, a 2 cm debajo de la linea intermamilar y el resto
de los dedos, sobre la parte posterior del tórax; se comprime
con el pulpejo de los pulgares los cuales no se deben despegar
del tórax. Técnica descrita para el recién nacido.
Fig. 4-7 Posición de las manos para las compresiones cardiacas en el lactante.
Si el niño es muy pequeño, la RCPC en él, cumple la misma
secuencia y métodos que para el recién nacido, que se muestran
más adelante. El apoyo circulatorio se combina con la ventilación
de rescate a una relación de 30:2 (5 ciclos) si es un rescatador o
10 ciclos de 15:2 si son 2 o más socorristas. Luego del primer
minuto, active el sistema de emergencia si no lo había hecho.
Fig. 4-8 RCPC en el lactante.
Se ha recomendado por los diferentes comités internacionales
de reanimación, el entrenamiento de la comunidad en esta técnica,
lo cual requiere de una adecuada supervisión por el sistema de salud,
una cuidadosa planificación de su implementación y un buen enlace
con el sistema de emergencia. Ha sido tan internacionalmente
aceptado su uso, que se considera a la desfibrilación, parte del
apoyo vital básico. De sentido similar, en algunos países existen
programas de entrenamiento y ubicación de los DEA en sitios
donde las persona tienen más posibilidades de sufrir un PCR súbito,
como en aeropuertos, casinos, estadios deportivos, etc.
Existen varios tipos de desfibriladores. Se clasifican según el
tipo de energía que liberan en monofásicos y bifásicos ; también
pueden ser automáticos y semiautomáticos. El desfibrilador
automático externo (DEA) , está diseñado para personas no
profesionales de la salud y aunque necesita de un entrenamiento
mínimo, permite a los socorristas desfibrilar como parte del apoyo
vital básico tanto para adultos como niños. La posición de los
electrodos es importante, uno se coloca debajo de la clavícula derecha
y el otro, a la izquierda del pezón, en la línea axilar media. Los
electrodos más efectivos son los que miden 12 cm de diámetro.
El DEA administra un choque eléctrico controlado (la energía
viene predeterminada), a los pacientes con fibrilación ventricular: Se
conecta al paciente a través de 2 parches conductores adhesivos,
conectados a través de un cable (Fig. 4-9), tiene un microprocesador
que analiza el ritmo y reconoce la fibrilación ventricular y la taquicardia
ventricular (en ausencia de pulso, estas son las únicas indicaciones de
desfibrilar) y le indica al socorrista si puede ejecutar o no el choque (es
automático pues es el equipo y no el rescatador el que reconoce el ritmo). Los
más sencillos se encienden al abrirlos y solo tienen el botón para la
descarga; otros más profesionales permiten al rescatador observar
en una pantalla el ritmo y seleccionar la energía para la descarga.
La energía a descargar recomendada cuando se pueda
seleccionar será de una descarga de 150 a 200 joules para los
monofásicos y de 360 en los bifásicos ; luego de ello, se continúa
la RCPC por dos minutos al cabo del cual se realiza un nuevo
análisis. Si la RCPC se prolonga en el tiempo, puede aumentarse
progresivamente el nivel de energía, aunque puede mantenerse
la misma. Nunca olvidar que no debemos estar en contacto con
el paciente u otro objeto cercano a él en el momento de dar la
descarga eléctrica, suspenda la RCPC si ya está iniciada.
Electrodos o
parches
Desfibrilación automática
externa
Cables
conductores
Como ya se ha explicado, aun en presencia de una parada
cardíaca, el corazón puede presentar algún tipo de actividad
eléctrica. Se ha demostrado, que, en el adulto, la principal forma
de PCR es la llamada fibrilación ventricular, la cual se observa
como una serie de ondas finas que recuerdan un muelle estirado.
La aplicación de una descarga eléctrica pequeña con corriente directa
por medio de un equipo especial llamado desfibrilador , puede
revertir este ritmo y mientras más precozmente se realice, la
probabilidad de sobrevivir sin secuelas es mucho mayor; por
ello, se debe desfibrilar tan pronto se detecte un ritmo
desfibrilable (fibrilación ventricular y taquicardia ventricular sin pulso).
Fig. 4-9 Colocación de un DEA
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