Mi manual del bebé, quinta edición octubre 2013 | Page 58
Embarazo / Segundo trimestre
Esté atenta
Pies hinchados
Anemia gravídica
Provienen del aumento de líquidos en
el cuerpo por las hormonas y se hinchan más en ambientes calurosos, con
mucha humedad, o por estar parada
por largos ratos.
Es la capacidad disminuida de los glóbulos rojos para transportar oxígeno o
hierro, debido a un aumento en el volumen sanguíneo. Si no se trata, puede
causar crecimiento fetal deficiente,
nacimiento prematuro y bebé de bajo
peso al nacer.
Si la retención de líquidos es excesiva y se extiende a la cara, cuello y
manos, debe ser comunicada inmediatamente al médico, porque puede ser
el inicio de un trastorno hipertensivo del
embarazo.
Es recomendable descansar en posición horizontal con los pies elevados
por lo menos 15 centímetros por encima
del nivel del resto del cue rpo o elevar
las piernas a 90 grados, apoyadas en la
pared. Además, no estar mucho tiempo de pie, llevar zapatos cómodos (no
de tacón alto), poner poca sal en las
comidas y hacer ejercicio moderado.
También es útil tomar baños alternativos de agua fría y caliente, terminando
con fría; masajear los pies en seco con
un guante de crin y aplicar cremas refrescantes.
Por lo común, si no es severa, la
mujer no tiene síntomas o puede confundirlos con otros como taquicardia,
fatiga, vértigo o mareos. Por eso, para
detectarla y tratarla se hacen exámenes de sangre. Casi siempre el médico
receta un suplemento de hierro.
Alergias
No existen alergias específicas durante el
embarazo, pero puede ser que las preexistentes mejoren, no cambien o empeoren. No son riesgosas para el bebé,
excepto porque tendrá más probabilidades de padecerlas. Implican tratamiento
médico controlado, sobre todo cuando
se trata de asma bronquial.
No se deben confundir con la rinitis del embarazo, ocasionada por el
aumento del estrógeno que genera
presión en el flujo sanguíneo sobre las
membranas de la nariz, ocasionando
hinchazón, sequedad y hasta sangrado.
Mareos y desmayos
Son normales por el aumento y rápido
bombeo de la sangre y porque la presión
arterial sube y baja durante el embarazo. Son preocupantes si se acompañan
de fuerte dolor de cabeza, alteraciones
en la visión o entumecimiento y hormigueo; entonces, hay que contactar al
médico de inmediato para descartar
otros problemas más graves.
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