Mi manual del bebé, quinta edición octubre 2013 | Page 20

Embarazo / Tenga en cuenta Estreñimiento Puede presentarse durante el todo el embarazo y ocurre por la presencia de progesterona que hace lentos los movimientos del intestino. Los malos hábitos alimenticios previos y el estrés pueden favorecer su aparición. El estreñimiento se caracteriza por una reducción en el número y peso de las deposiciones, frecuentemente endurecidas. Puede acompañarse por sensación de incomodidad o distensión del abdomen, dolor de cabeza, flatulencia y gases, dolor al evacuar, fisuras del esfínter anal, sangrado y, a futuro, hemorroides. Si se asocia con dolor abdominal, sangrado en las heces o diarrea, se debe avisar al médico. Ocasionalmente puede asociarse con hemorroides (venas dilatadas en recto o ano), que aparecen o empeoran, dan dolor, rasquiña y a veces sangrado rectal. Pueden ser molestas las últimas semanas, pero mejoran tras el nacimiento del bebé. Para evitar que se presente este síntoma, o manejarlo, hay que tomar medidas de prevención desde el principio del embarazo. Consuma alimentos con alto contenido de fibra: pan integral, arroz, cereales, frutas y verduras frescas. En la mañana consuma salvado de trigo o preparaciones con alto contenido de fibra, con leche o frutas. Tome abundante agua durante el día, entre 8 y 10 vasos, entre los cuales puede incluir jugos. Evite gaseosas. Evacúe cada vez que sienta deseos. Haga ejercicio con regularidad. Si nota que las vitaminas prenatales aumentan el estreñimiento, consulte al médico; no las suspenda. También consúltele si a pesar de estas medidas persiste el estreñimiento. Todas estas medidas pueden tardar algunos días en tener efecto, así que lo ideal es que hagan parte de sus hábitos diarios. Si se suspenden, el problema reincide. Acidez Los cambios hormonales del embarazo con aumento de la progesterona hacen que el tránsito intestinal y el vaciamiento del estómago sean muy lentos, dando sensación de indigestión y de ‘llenura’ al comer, incluso en pocas cantidades. Igualmente, hay relajación del anillo muscular que une el esófago y el estómago, por lo que el contenido del estómago, incluyendo sus ácidos, sube al esófago causando sensación de ardor y quemazón. Estos síntomas se exacerban ante alimentación inadecuada. Para evitar este malestar se recomienda: tener una alimentación fraccionada 18 (más frecuente y en menor cantidad); no consumir café, fritos o comidas muy grasosas, alcohol, gaseosas u otros con los que se noten los síntomas; no beber muchos líquidos entre comidas, no fumar, no acostarse inmediatamente después de comer, no usar ropa ajustada y evitar el aumento exagerado de peso. Dormir con la cabeza ligeramente levantada también puede ayudar. Si estas medidas no son suficientes, se debe consultar al médico la posibilidad de usar un antiácido, el cual puede mejorar los síntomas y no tiene efecto en el desarrollo fetal.