Mi manual del bebé Octava edición | Page 164

Nutrición bebé

Alimentación del niño de dos a tres años

Los niños a partir de los dos años comienzan a realizar solos sus actividades y quieren explorar el medio que los rodea. Su desarrollo psicomotriz es cada vez mayor, de ahí la importancia de la alimentación en esta etapa por la formación de hábitos alimentarios y de aprendizaje.
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Las costumbres adquiridas durante este lapso repercutirán en toda su vida. Empiezan a seleccionar sus alimentos y el apetito disminuye, eligen los más atractivos y rechazan los que no les gustan, distinguen los sabores( dulce, salado, ácido, amargo y agrio), comprenden que tienen opinión propia para consumir los alimentos solos y descubren el manejo de los cubiertos.
Ahora el niño comparte la alimentación familiar, así que se debe tener en cuenta el horario de las comidas: desayuno, refrigerio matutino, almuerzo, refrigerio de la tarde y comida. Las porciones deben ser adecuadas para su edad, de consistencia blanda y trozos pequeños, bajas en condimentos, azúcares( dulces, caramelos, postres), grasa( evitar las frituras) y sal. Los alimentos bajos en grasa y azúcar previenen en el futuro enfermedades crónicas no trasmisibles, como sobrepeso y obesidad.
Una alimentación balanceada incluye: alimentos formadores y constructores como las proteínas que se encuentran principalmente en la leche y sus derivados( queso, kumis, yogur), huevo, carnes, aves y pescado, vísceras y leguminosas( fríjol, lenteja, arveja, garbanzo); alimentos reguladores como las hortalizas verdes
y amarillas y las frutas; alimentos calorigénicos( energéticos) como cereales y derivados, plátanos, tubérculos raíces; consumo bajo de azúcares, grasas y aceites; fibra, proporcionada principalmente por frutas y verduras; y agua.
En ocasiones el niño juega con los alimentos, lo cual no debe ser causa de castigo. Hay que estimularle una adecuada masticación, pues influye en su estado nutricional y desarrollo del lenguaje. Los padres deben tener información alimentaria y nutricional para orientar la formación de buenos hábitos alimentarios.
Cuando el niño ingresa al jardín infantil, se debe cuidar la elaboración de la lonchera, que debe incluir una proteína, una fruta entera o en jugo, preferiblemente en agua para evitar alguna alteración de la preparación, y un carbohidrato( harina) como galleta, pan o tostada. Por ejemplo: sándwich de queso y jugo de mora.