Desarrollo / Meses 25-36
Bañándome con mi hijo
El hábito de bañarse con los niños puede tener muchas razones. Entre otras, la oportunidad de los padres para supervisar la higiene de sus hijos. Algunos padres inician esta conducta motivados por recomendaciones que ven en los medios de comunicación, pero esta elección debe estar determinada por el deseo de las familias que se deben sentir cómodas a la hora del baño colectivo.
Los niños entre los 31 y 36 meses tienen especial curiosidad por observar adultos desnudos y esto se debe a que están construyendo una identidad de género; es decir, van relacionando a cada persona con sus características masculinas o femeninas.
El momento del baño con los padres es la oportunidad que el niño y la niña tienen para aclarar sus dudas acerca de las diferencias entre los cuerpos de los hombres y las mujeres, al igual que las particularidades corporales de pequeños
Pesadillas
y adultos. Los padres deben estar preparados para responder a las inquietudes de sus hijos de modo natural, concreto y honesto.
Al dormir, se pueden tener sueños agradables o desagradables. Una de las formas de sueño desagradable es la pesadilla, que ocurre más frecuentemente de cuatro a seis de la mañana y entre los cuatro y los doce años de edad. La tendencia usual es a que desaparezca espontáneamente.
Se relacionan con las situaciones estresantes mientras se está despierto y son un modo de liberar tensiones, las cuales no siempre se manifiestan en el estado de vigilia.
Las situaciones estresantes pueden ser de muchas clases: conflictos familiares o vistos en la televisión, mudarse de casa, pérdidas de objetos o mascotas, frustraciones, enfermedades, ingreso al preescolar, etcétera.
Una vez que ocurre la pesadilla, hay un despertar precedido por movimientos o gemidos. Cuando el niño despierta, manifiesta miedo y cuenta lo que soñó, relato que empieza a ser posible sólo al final del segundo año de vida.
Lo único que hay que hacer es acompañarle mientras se calma y se vuelve a dormir. La mejor manera de prevenir las pesadillas es evitando situaciones estresantes innecesarias y mediante el acompañamiento amoroso en aquellas que no se pueden evitar. Además, se debe procurar siempre la regularidad en el horario de irse a la cama y evitar que haya televisor en la habitación del niño.
158