Mi manual del bebé Octava edición | Page 111

Desarrollo / Mes 1

Mi bebé en su primer mes de vida

Comienza a conocer el mundo a partir de estímulos externos y del afecto y cuidado de sus padres.
En este período el bebé es muy vulnerable, pero al mismo tiempo es altamente receptivo a las atenciones prodigadas por su madre y otros cuidadores, y en general, a los estímulos del ambiente.
Se espera que un niño o niña sano y bien alimentado aumente aproximadamente un kilo de peso durante este mes y unos cuatro centímetros en su talla; el cerebro, órgano de más rápido crecimiento en el útero y durante los tres primeros años de vida extrauterina, se mide indirectamente por el aumento de la circunferencia cefálica, que crece unos dos centímetros en este mes, pasando de 34 a 36 centímetros en promedio.
Progresivamente el bebé va perdiendo la rigidez inicial de sus extremidades, el color rosado de su piel se hace menos intenso y su interés por el ambiente es mayor. Los sentidos y reflejos neuromusculares son la base para su desarrollo psicomotor.
La búsqueda del pecho materno o el biberón al rozar su mejilla, lo mismo que la succión al sentir algo en su boca, se hacen cada vez más intensos.
Levantar las cuatro extremidades y hacer movimientos como de abrazo ante un ruido o estímulo fuerte( reflejo de Moro) aún se presenta con intensidad.
Coge lo que se pone en su mano, por ejemplo, un dedo o cascabel; utiliza la mano como una garra, pues todavía no posee el mecanismo de pinza. Si se encuentra boca abajo, es capaz de levantar su cabeza y voltearla a lado y lado.
Sigue con la mirada a las personas u objetos en movimiento, aunque la agudeza de su visión sólo le permite ver con nitidez entre veinte y cuarenta centímetros de sus ojos. Tiene buena sensibilidad en su piel; por lo tanto, son muy estimulantes las caricias y masajes. Oye bien, disfruta de la voz suave y amorosa, lo mismo que de la música con un ritmo que recuerde los latidos del corazón materno durante la vida intrauterina. Percibe los olores, especialmente el de su madre o cuidadora, y sabores como el de su leche.
Se comunica mediante el llanto con diferentes tonalidades según sus sensaciones. También lo hace mediante expresiones de su rostro, con respuestas faciales, al ver las expresiones de las demás personas.
La capacidad de recibir estímulos externos por el desarrollo de sus órganos de los sentidos desde el nacimiento y de responder a ellos mediante sus
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