Mi manual del bebé Octava edición | Page 110

Biberón
Esterilización
Quien prepare el alimento para el bebé debe lavarse muy bien las manos y los utensilios, evitando que queden residuos porque allí se cultivan bacterias. Hay que colocar el biberón en el recipiente donde se va a esterilizar, bien sea en olla con agua hirviendo o en los equipos de esterilización. Los restos de fórmula preparada deben desecharse y los biberones se deben esterilizar siempre, sin usar ningún tipo de químicos.
Problemas
Mala esterilización: puede ocasionar infecciones graves al bebé.
Preparación inadecuada: hay que seguir las instrucciones de los empaques de las fórmulas porque no todas se preparan igual. Una fórmula más aguada( no respetando la concentración, usando menos medidas y más agua) desnutre, mientras una más concentrada( más medidas en la misma cantidad de agua) estriñe, engorda y puede producir cólicos, vómitos, diarrea o dañar el riñón.
Dar más tomas de las necesarias: puede ocasionar que el bebé se engorde o presente vómitos; además, generar daños en sus riñones por exceso de proteínas.
El reflejo de succión del bebé puede hacer pensar que tiene hambre y se puede generar sobrealimentación.
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Llamar al doctor
Es importante acudir al médico cuando el bebé no reciba ningún tipo de alimento, o cuando vomita o regurgita siempre que lo alimentan, es decir, cuando rechaza el alimento.
Hay que ir de inmediato a urgencias si el bebé se torna pálido, morado, frío o tuerce los ojos en el momento de su alimentación, porque puede ser que el alimento pasó hacia el pulmón( broncoaspiración).
Proceso de alimentación
El recién nacido debe alimentarse cada vez que lo pida o llore porque el consumo se regula por su satisfacción. Esto se puede identificar porque se mueve y está molesto mientras se alimenta. En cambio, si termina y sigue relamiéndose, necesita más.
Luego del primer mes ya hay regularidad y los padres reconocen sus señales y necesidades. Posterior a los dos meses es probable que no pida alimento en la noche porque su capacidad de consumo soporta más de cinco horas.
A los seis meses, cuando empiezan los alimentos complementarios, el bebé reducirá la cantidad de fórmula infantil. Probablemente cada comida de nuevos alimentos termine por remplazar una toma.
Paso del biberón al vaso
Hay vasos dotados con una especie de cucharita, muy útiles para evitar el chupo a los seis meses, cuando empieza la alimentación complementaria. A esa edad el bebé está en capacidad de recibir la cucharita y va perdiendo el reflejo de protusión( empujar con la lengua todo lo que se apoya en sus labios), lo cual exige un poco más de paciencia para dar el alimento, pero con el tiempo se puede crear el hábito a la cucharita. A los seis u ocho meses ya es capaz de empezar a tomar con sorbitos.
Al año puede tomar líquidos del vaso ayudado por un adulto y a los dos años puede hacerlo solo bajo su propio control.