Mi manual del bebé Octava edición | Page 108

Lactancia

Estoy lactando, ¿ debo planificar?

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Amamantar no es un método anticonceptivo.
La anticoncepción durante la lactancia es un asunto muy importante, por lo saludable que resulta para las madres tener un intervalo para recuperarse y que sus recién nacidos puedan desarrollarse, y en aras de una mejor calidad de vida para ambos.
Desde el control prenatal se debe proyectar la planificación familiar. Idealmente debe iniciarse en el momento posterior al parto. Si no se hizo, 30 días después se debe consultar con el médico para que indique el método anticonceptivo más conveniente, dependiendo de la situación y las necesidades de la paciente.
A raíz de que la lactancia provoca amenorrea( ausencia total de la menstruación) existe la creencia equivocada de que así no puede haber un embarazo, sin embargo, a medida que se sustituye la leche materna por alimentos complementarios, baja significativamente la frecuencia de lactar y la mujer puede ovular y quedar embarazada.
Hay una serie de aspectos que influyen en el tipo de anticonceptivo a utilizar. Es importante considerar todo el contexto de las parejas: el temor a un nuevo embarazo, la necesidad de la mujer de reincorporarse al trabajo, sus condiciones, sociales, económicas y de
salud( por ejemplo, si tiene hipertensión, diabetes o sobrepeso).
Lo ideal es escoger un método anticonceptivo asociado a la lactancia, que no interfiera o altere esta actividad y, principalmente, que no afecte al bebé.
Métodos no hormonales
Entre ellos están el preservativo, el dispositivo intrauterino( la T de cobre, o la T hormonal, que pueden insertarse en la cavidad uterina desde el momento inmediato del parto, o entre cuatro a seis semanas después).
Métodos hormonales
Pueden ser orales o inyectables. Lo ideal es que tengan una sola hormona derivada de un progestágeno especial para la mujer que lacta.
En anticonceptivos orales muchos ginecólogos recetan las minipíldoras, que tienen bajo contenido de progestágenos y deben tomarse en un horario estricto, ya que pueden fallar si se varía más de tres horas. El horario no debe interferir con el tiempo dedicado a la lactancia.
Igualmente para los inyectables, que por lo general se aplican cada tres meses, el médico le recomendará el más conveniente.