Mi libro mi vida en la prensa escrita | Page 96

Página 96 de 102 Estos días subsiguientes son vitales, de capital importancia para saber el destino de Bashar al-Assad, su esposa, hijos, hermanos y colaboradores, hoy refugiados en el palacio de gobierno. Y aunque no nos guste este dictador ni su dictadura sangrienta, es mejor que se mantenga hasta que el Estado Islámico sea derrotado completamente. También es preocupante que la coalición europea y estadounidense no se haya manifestado al respecto, ni haya enviado sus aviones a bombardear al EI en Yarmuk; tampoco Vladimir Putin, gran amigo y benefactor de al-Assad ha dicho nada al respecto; y es que los malos amigos se ven cuando se está en peligro de muerte y ahora al-Assad lo está. Y con él morirá un buen cliente de Rusia, que le compraba con petróleo, con “oro negro”, las cantidades ingentes de armamento que, de perder Yarmuk, pasarán a poder del Estado Islámico. Pero al Kremlin esto parece tenerle completamente sin cuidado. No obstante, entre tanta desolación, ha aflorado la noticia de que al-Qaeda se ha retirado del sitio de Yarmuk, donde estaba representada por el Frente al Nusra y ha dejado solos a los yihadistas enloquecidos del Estado Islámico. Con ello se comprueba que hay una ruptura seria entre ambos grupos terroristas, desde que el EI comenzó a sobrepasarse con las decapitaciones y la quema de personas vivas. En todo caso, reiteramos, hay que esperar noticias en estas semanas de lo que sucederá entre el ejército sirio y los asesinos del EI. De aquí dependerá el futuro del conflicto que está sufriendo Siria y veremos si el país entero pasa a manos del Estado Islámico, lo cual sería un paso importantísimo en sus planes de gobernar al Oriente Próximo; o continúa la dictadura de la familia al-Assad. Lo más extraño sigue siendo el silencio de la Casa Blanca, de Londres, Madrid, París y de todas las naciones que se han propuesto acabar con estos dementes del EI. Un silencio y una inacción que podría sumir a la región en una pesadilla peor. //////// El Verdadero Dictador de Egipto EL CAIRO- Decide, es el gran elector, actúa entre bastidores, da el golpe cuando lo cree necesario, tiene a todo el pueblo "en su puño”, es el real autócrata del país, se mueve nervioso, domina a la prensa y a todo medio de comunicación masivo que exista y pueda existir; ha aniquilado mandatarios y ha puesto "a prueba” a otros tantos… nos referimos al todopoderoso ejército egipcio. Hay que ser muy ingenuos para pensar que Gamal Abdel Nasser fue un presidente democrático que gobernó a sus anchas sobre todos los ciudadanos y las fuerzas militares; es posible que así se lo hayan hecho creer los mismos oficiales castrenses y él se lo tragó; tampoco el carismático Anwar el-Sadat tuvo el poder real y con él, precisamente, "la gran serpiente” finalmente asomó su cabeza (el ejército) y actuó de inmediato y directamente cuando el ex jefe de Estado pasaba revista a las tropas durante una celebración. Un grupo de soldados se acercaron al palco oficial y lo ametrallaron a mansalva.