Página 8 de 102
Esperaron un Resquicio de Humanidad
AMÉRICA CENTRAL- Pasaron una de las Navidades y cambio de año más incómodas
que persona alguna pueda esperar; pero los motivaba la esperanza de poder seguir su
camino y llegar a los Estados Unidos finalmente y reunirse con sus familiares. Con
estoicismo soportaron los gestos inhumanos del régimen dictatorial de Nicaragua, que,
malévolo, les negó el paso por su territorio, demostrando una amistad inconsecuente con La
Habana. Pero lo soportaron valientemente y dando muestras de que aquella actitud de
menosprecio y falta de humanismo no lo olvidarán nunca. Por lo general, el cubano no es
rencoroso, lo digo yo que he trabajado con ellos a lo largo de más de 30 años en la prensa
escrita y he congeniado con ellos en tertulias y en distintas circunstancias plenas de
amistad; pero lo que les ha hecho el gobierno nicaragüense es para que no lo olviden nunca.
Mujeres con sus niños pequeños, los esposos de éstas, algunos ancianos y demás familiares,
pasaron las noches en colchones esparcidos por el suelo en los albergues que los
costarricenses les dieron para hacer más llevadero “el varadero” en el que quedaron. Por
otra parte, la Cancillería de Costa Rica se movió diligentemente y no cejó ni un instante por
ponerle remedio a la situación de los miles de cubanos estacionados en la frontera común
con Nicaragua. Reuniones con Belice, que también se negó a darles el paso, y con otros
gobiernos, hasta que finalmente, en Ciudad de Guatemala, se acordó que podrían continuar
su periplo por territorio salvadoreño y de ahí a Guatemala, México y finalmente los Estados
Unidos.
Pero la enseñanza que queda de toda esta “odisea”, de esta accidentada travesía hacia la
libertad, después de haber vivido en un sistema de faltantes en todo sentido, en la Cuba
martirizada por la dictadura férrea de los hermanos Castro, radica en que conocieron la
naturaleza malvada, insana, pervertida y nada humana ni humanista del régimen que tiene
por el cuello a Nicaragua. Los cubanos en tránsito esperaron un resquicio de humanidad de
los Ortega y secuaces, para pasar por ese país con rumbo hacia la potencia del norte.
Simplemente se cansaron y eso no se les puede olvidar, no se les debe olvidar, porque “la
piel malévola y dura de la serpiente” hay que tenerla siempre presente para evitar su
mordida letal. Lo demostrado por el dictador de mala comedia, llamado Daniel Ortega, ha
sido toda una enseñanza para quienes siguen creyendo que los comunistas son la solución a
todos los problemas políticos que puedan existir; de hecho, el desgobierno de ese déspota
no es siquiera comunista, es una especie de arbitrariedad personal, mezclada con su natural
ignorancia, su ambición desmedida y su robo diario a las arcas del seudo-Estado que
maneja a placer. Esos aspectos deberán quedar indeleblemente fijados en los corazones y
mentes de los cubanos que en definitiva prosiguen su camino hacia los Estados Unidos.
El anhelo es que Daniel Ortega, su mujer y sus acólitos, algún día tengan que salir al exilio
y sufran el hecho de que los países les nieguen el asilo, justamente cuando Gadaffi ya no
vive, Venezuela está girando esperanzadoramente hacia la democracia, el presidente de
Argentina es otro muy diferente a Cristina Fernández y la Cuba extrangulada por los Castro
no creemos que vayan a aceptar a tales refugiados que solo más desprestigio podrían
llevarle al régimen defacto de la isla.