Mi libro mi vida en la prensa escrita | Page 37

Página 37 de 102 En el momento cuando se tomaron las gráficas, el ejército alemán tenía arrinconados a los soviéticos en las entrañas de su propio país y los rusos no soñaban siquiera llegar a territorio polaco nunca. No quiero exculpar a los alemanes. ¿Pues, qué sentido tendría para mí hacerlo? Como tampoco quiero aplaudir a la canciller Merkel, quien se pone de rodillas implorante ante los judíos actuales y de paso, quiere que los alemanes actuales también lo hagan. Pero tampoco quiero repetir ese "pobrecitos”, un adjetivo con el cual se pone en alto relieve a los hebreos, olvidando premeditadamente a las otras víctimas de los nazis y que fueron miles también. Tampoco quiero subrayar que los judíos han sido "blancas palomas”, más aún si revisamos con calma los últimos acontecimientos en Palestina, donde han masacrado a decenas de niños, mujeres y ancianos, con toda la fuerza de su ejército; y, además, han construido un ghetto, muy parecido al de Varsovia, donde están hacinados miles de miles de palestinos, delimitados por un muro altísimo e ignominioso. Ante todos estos hechos macabros, hay que atender a la historia, a la verdadera historia, para que nos enseñe lo que otros tergiversan y nos muestre que el ser humano, con sus crímenes y mentiras, puede ser más salvaje que la peor de las fieras y más malvado que el mismísimo Satanás. Y en honor a la verdad, a esa verdad que hoy invoco aquí, los alemanes, ucranianos, letones y otros colaboracionistas en "la Solución Final al Problema Judío”, ya han muerto, han ido muriendo con el paso de los años y los alemanes que hoy están en el mundo…están exentos de toda culpa, aunque a la canciller Merkel, hija de un Pastor luterano y por ello fiel creyente en la "misión divina del pueblo judío”, según el Antiguo Testamento, se empecine en seguir culpabilizando lo que ya ha sido indultado desde que se convirtió en las nuevas generaciones de alemanes. Y algo muy importante: Israel es el país que es ahora, gracias a la ayuda de Alemania, que les regala armamento, medicamentos, otorga becas a estudiantes judíos a las Universidades alemanas; también les concede maquinaria agrícola, abonos, y un largo etcétera de regalos, incluyendo millones de millones de Euros, con tal de pagar una culpa que no debiera de existir desde la renovación de las generaciones modernas. Con toda veracidad, Auschwitz está ahí, sus grandes instalaciones lúgubres y mortuorias están en Cracovia; como también está ahí, la Palestina masacrada y vuelta a masacrar cuando a los judíos les apetece.