METODOLOGÍA DE UN DIAGNOSTICO LOCAL/COMUNITARIO 1 | Page 13

Para Burgwal y Cuéllar (1999: 73) esta etapa del plan contiene básicamente actividades relacionadas con la recogida y tratamiento de la información. Según los autores, un buen levantamiento de información de datos contribuye a realizar una adecuada interpretación y permite la búsqueda de alternativas factibles para la solución de los problemas que se identifiquen. En consecuencia, el éxito del diagnóstico —y por lo tanto, del plan— depende de que los datos y la información recogida sean coherentes con el enfoque, el nivel de planificación (escala territorial) y con los objetivos propuestos. Sin embargo, los elementos del turismo que se deben examinar son finitos e identificables.

1.6. EL SISTEMA TURÍSTICO COMO BASE METODOLÓGICA

A continuación tenemos una revisión de las diferentes propuestas conceptuales de sistema turístico. Todas parten de la idea general de que un sistema es una totalidad organizada compuesta por diferentes elementos cuya función se interrelaciona para alcanzar un fin común. La diferencia entre un sistema y otro radica en los elementos que lo conforman.

1.6.1. EL SISTEMA TURÍSTICO, ENFOQUES

El estudio del turismo desde una perspectiva sistémica no es nuevo. En 1976, Neil Lieper propone su sistema turístico de cinco elementos. De acuerdo con Acerenza (1986: 153), de estos cinco elementos uno es dinámico y se refiere al turista, tres son geográficos: el espacio emisor, la ruta o espacio de tránsito y el espacio receptor y un elemento es económico: la industria productora de servicios turísticos. El sistema de Neil Lieper responde al paradigma de comprensión y planificación turística en el que la región de destino es importante en la medida en que satisface las necesidades y expectativas de recreación del turista. Posteriormente, y desde una perspectiva similar, es decir, con orientación hacia el turista, Mill y Morrison (1985; 1988) proponen un modelo de sistema que incluye como elementos al mercadeo, la demanda, el viaje y el destino. Para los autores, el sistema turístico es una manera de superar la visión del turismo como una “industria”, donde una acción consciente sobre los subsistemas “mercadeo” y “destino” pueden aumentar las posibilidades de que la demanda tome una decisión acerca de su viaje. Roberto Boullón ha trabajado desde 1978 en la definición de un modelo con enfoque de planificación físico-territorial, donde el sistema turístico “se inicia en el encuentro de la oferta con la demanda a través de un proceso de venta del producto turístico, que junto con la infraestructura forman la estructura de producción del sector” (Boullón, 2006: 32). El modelo describe la función de cada una de las partes, así como las interrelaciones entre ellas que convergen al funcionamiento del sistema total. También la Organización Mundial de Turismo (1988: 45) reconoce que la naturaleza de la actividad turística es el resultado de interrelaciones entre diferentes factores que hay que considerar desde una óptica sistémica y propone un modelo de mercado con cuatro elementos: la oferta, la demanda, el espacio geográfico y los operadores. El funcionamiento se explica partiendo del espacio geográfico que es el lugar de encuentro de la demanda y la oferta, encuentro facilitado por los operadores considerados como promotores del turismo. En el espacio geográfico se sitúa además la población residente, que en realidad no es considerada un elemento turístico. Con una fundamentación teórica más estructurada, Sergio Molina (2000: 36) concibe al turismo como un sistema abierto relacionado con el medio ambiente con el que establece intercambios: el sistema importa insumos que al ser procesados emergen al entorno en forma de productos. El sistema turístico de Sergio Molina (Ver figura No. 2) tiene un evidente enfoque de destino y está integrado por 6 subsistemas: superestructura, demanda, atractivos, equipamiento, infraestructura y comunidad local los que interactúan entre sí con el fin de alcanzar un objetivo común.