filosófico, no solamente en el existencialismo trascendente de Nietzche, sino, y
por sobretodo, en el LEGADO ANCESTRAL QUE PERMANECE LATENTE EN
EL INCONSCIENTE COLECTIVO, y cuyo repositorio simbólico en occidente es
detentado por la religión católica, que ha asimililado y conservado el principio
de originación, en el símbolo de la Virgen y Kristos Rey.
Lo humano, simplemente humano, lo psicológico y anímico, lo predeterminado
teleológicamente, toda esa sarta de corrientes existencialistas humanistas que
pregonan el “progresismo”, “liberalismo”, “democratismo”, “globalismo”,
“evolucionismo”, “mercantilismo”, “finalismo”, “predeterminismo”, “cientificismo”,
“marxismo”, se sostienen en la errónea concepción de un pretendido
supralegalismo, pero la realidad es que ni remotamente alcanzan ese rango
eminentemente trascendente, ya que esas doctrinas están castradas de todo
principio de originación.
Bien que se mire, nuestro mundo moderno esta determinado por estas leyes
preeminentes culturalmente; Y la mente individual y colectiva es fácilmente
sugestionable por la esperanzadora propaganda de un futuro mejor, que no se
refleja para nada en la “realidad” presente y concreta; El futuro debería ser
incierto y no el presente, pero este presente, es impenetrable existencialmente,
inaprensible para la humanidad moderna: latrocinio, usura, falsedad moral y
material, personalismo, (no confundir con egoísmo), estructuras políticas
decadentes sostenidas por principios inexistentes, como el de la “democracia”,
QUE SOLO EXISTE EN LA MENTE DE QUIENES LA SOSTIENEN, pues en
esta realidad, los estándares democráticos solo son una excusa para que el
mercantilismo globalizado y el colectivismo causal, operen sin escollos político-
morales.
Por eso solo los meta-conceptos pueden encuadrarse en una estructura
supralegal como una constitución política del Estado Nacional. Un meta-
concepto,
o
principio
supralegal
debe
abarcar
SIGNIFICANCIA
EXTRAPSICOLÓGICA. Y que quede claro: ESTAR ENCIMA DE LA LEY, NO
SIGNIFICA ESTAR FUERA DE LA LEY.
Si lo supralegal no es conducente a la superación, a la trascendencia de lo
meramente humano, toda puerta hacia la infinitud de la posibilidad pura estaría
por siempre cerrada. Y ese es el principal problema, ocasionado por el
daltonismo gnoseológico en el que ha caído occidente, que nos conduce a la
disolución del principio de la INDIVIDUALIDAD, meta-concepto puro, para ir en
pos de una colectividad, atrofiada por la cultura del sistema, es decir, la
imposición mediática de significaciones arbitrarias que se justifican por el peso
de su aceptación colectiva a fuerza de repetir slogans, frases, premisas o
mentiras hasta que se tornen significativas.
Como dice Jüng, muy acertadamente: “Una religión – nosotros diremos
“cultura” – se empobrece interiormente cuando pierde o reduce sus
PARADOJAS, mientras que se enriquece cuando aumentan, pues únicamente
LA PARADOJA ES CAPAZ DE ABARCAR, de forma aproximada, la
inmensidad de la vida. En cambio, la claridad y la falta de contradicción no
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