precipitarse para su manifestación concreta. Un robo, una estafa, un crimen pasional, involucrará en su manifestación dramática a cierto grupo de individuos que por su tipo psicológico y el nivel energético de su psique, empalmen, correspondiendo con la matriz arquetípica desencadenada para su despliegue. Ciertos tipos psicológicos son propensos a descompensaciones energéticas: emocionalidad divergente, paranoia, compulsiones, fobias, en fin, traumas heredados y tendencias adquiridas por factores sociales y ambientales, y por eso pueden ser inducidos a participar del hecho dramático y ser utilizados por los arquetipos psicoideos estructurados en el inconsciente colectivo.
El arquetipo psicoideo es análogo al trauma hereditario o adquirido de un individuo, y que se reprime en el inconsciente personal; En nuestra analogía, si el trauma es efecto de la descompensación energética de la psique, el arquetipo psicoideo es efecto de la descompensación energética del mundo astral o inconsciente del sujeto colectivo. Los antiguos Indo-Arios llamaban a esta causa descompensadora, Karma.
Es importante constatar que el sistema, el ente globalizante y estructurado que dirige las tendencias sociales, económicas y políticas del sujeto colectivo planetario, controla las variables simbólicas, paradigmáticas y conformadoras de los arquetipos psicoideos imponiendo su poder unificante. Por ejemplo, el tipo“ empresarial”,“ bussinesman”,“ ejecutivo”, conforma matrices arquetípicas que alimentan verdaderos embriones psicoideos con infinidad de variables dramáticas; Y millones de individuos son compatibles con estos patrones energéticos, y se dejan afectar psíquicamente para servir de soportes de manifestación: éxitos, ambiciones, bancarrotas, desfalcos, perdidas accidentales, suicidios, crímenes bursátiles, triángulos amorosos, pasiones incontrolables, competencia desleal, en fin, millones de argumentos para escenificar la manifestación de hechos altamente dramáticos, es decir, dolorosos o placenteros.
Vamos haciendo una descripción de las matrices básicas de estos arquetipos psicoideos que impulsa el sistema actual: las“ estrellas”, ya sean de cine, televisión, deportes, espectáculos, los ejecutivos, magnates y millonarios, profesionales exitosos, revolucionarios, modelos iconográficos varios, el mundo de la farándula, los“ famosos”, todos agentes inconscientes del sistema; Y todos y cada uno de estos arquetipos se manifiestan a través de tres aspectos: belleza, sabiduría, poder; La trinidad sacrosanta de todo individuo que vive en este mundo actual de“ enterteiment”, mucho comercio, democracia, y paz social, minimizando la existencia de millones que no tienen que comer, o los millones de drogadictos que se van idiotizando por la falta de plenitud y justicia social, o las masacres ocasionadas por guerras que se fundamentan en intereses meramente comerciales, etc.
El problema es que el desajuste energético debe balancearse, equilibrarse, y la ley inexorable del“ Karma” se hace patente, o en lenguaje occidental, la ley de causa y efecto es ineludible. El amor se transforma en odio, la belleza en fealdad, y la inteligencia en soberbia. El ciclo se completa, y los sujetos que sirvieron para la manifestación de los arquetipos psicoideos son desechados,
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