experiencia nos sugiere que algunas personas tienen dificultades para
comprender un lenguaje físico matemático, por ejemplo.
La importancia de los contextos irracionales, es que connotan un LENGUAJE
DE SENTIDO, mucho más basto y por ende, inabarcable para la ratio cognitiva.
Esta meta-cognición es pues INTUITIVA, repetimos, y esa es la base sobre la
cual podemos proponer una meta-ética, superior a cualquier base ética, que es
por lo mismo, meramente psicológica. La SEMIOLOGÍA nos permite
adentrarnos a esta constante significativa que requiere de una tríada
actitudinal: VOLUNTAD, REFLEXIÓN E INTUICIÓN. Pues si vamos a
pretender desentrañar significaciones fuera de la línea horizontal que pautea la
cultura, debemos desarrollar la MAYEÚTICA que en rangos psicológicos no es
mas que suscitar el recuerdo de connotaciones arcaicas y por lo mismo,
ORIGINALES, grabadas o registradas en el subconsciente.
Ejemplifiquemos; la palabra “aristocracia” vista desde un enfoque “erudito”,
tomaría una acepción enciclopédica: de “aristos” mejor, y “kratos”, fuerza,
dominio. “Por extensión, clase que sobresale de las demás por alguna
circunstancia: saber, dinero, posición”; hasta aquí, Sopena nos dice su
etimología, pero en el concepto racional, ni siquiera habla del gobierno de los
mejores. Y pensar que esto es lo “erudito”, imagínese a las personas, 9 de
cada 10, que nunca consultan una enciclopedia, y solo se guían por las
significaciones que predominan en la cultura. Y sí ese predominio cultural esta
pauteado por una corriente antropológica globalizada, por ejemplo la psicología
de Lacan, sus acólitos argüirán que Aristocracia es una “clase dominante, que
sufre de complejo de superioridad”. Visto de esta manera, la significación
“positivista” nos induce hacia la falsedad de esa “pretendida” superioridad, una
especie de negación dialéctica.
Ahora bien, utilicemos la semiología, y encontremos significaciones más
ORIGINALES. Evidentemente, la palabra proviene de “aristos”, que a su vez
proviene de “arista” que puede significar desde el “filamento áspero que
envuelve el grano de trigo”, hasta la punta, el ángulo hiriente, la esquina que se
forma por la intersección de dos líneas. Este símbolo era SIGNO, o significaba,
“sobresaliente”, es decir, una punta, una arista, SOBRESALE, y por eso,
inconscientemente, significa “lo mejor”, y quien ostentaba este SIGNO en sus
ÁMBITOS PSICOLÓGICOS, se considera superior, y por ende, apto para
gobernar. Y evidentemente, este signo, como todo complejo psicológico, es un
factor hereditario, por eso se habla de legado de “sangre”, contraparte material
que canaliza la transmisión de arquetipos que influirán en la morfología
psicológica del portador; Esta morfología estructural psíquica es energética,
substancial, pero invisible para el hombre y la mujer modernos que solo afirma
la forma, lo visible en el mundo material. Ya dijimos que la intuición es meta-
cognitiva, superior a la razón, y que este lenguaje de sentido solo puede ser
comprendido por ARTISTAS, pues bien, entre ARISTA, y ARTISTA, hay el
mismo principio significativo, mas la “t”. El estudio semiológico nos sugiere que
el principio es el radical “ar”, y “ar” es VOZ DE MANDO en lo castrense, y
principio de palabras ar-istocráticas, es decir, HIRIENTES, PENETRANTES,
AGUDAS: ar-iete, ar-te, ar-ácnido, ar-ete, ar-ma, ar-bol, ar-io, ar-abe, ar-gucia,
ar-quetipo, ar-did, ar-ar, ar-ado, ar-quero, ar-co, ar-dor, ar-gonauta; Y ahora
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