incomprendido, que usa máscaras para evitar el dramatismo de la actualidad,
único repositorio que queda para afrontar los símbolos que emergen
incesantemente desde su reprimido inconsciente, y la NEGACIÓN, la última
cáscara que le queda por pelar, se yergue inamovible, pues ya no existe fuerza
volitiva para semejante acto de HONESTIDAD.
En este sentido, el problema del hombre moderno es la CULTURA, y la múltiple
cantidad de “cáscaras”, “costras”, TAPA-SIGNOS, que cubren los signos,
entes, objetos culturales, y sus relaciones estructurales de sentido, con
significaciones convencionales, es decir, estrictamente CULTURALES. Este
encubrimiento se realiza a través del CAMBIO DE SIGNIFICADO y, la
interpolación de INVERSIONES CULTURALES que vienen a reemplazar en la
cultura a las significaciones originales.
El ejemplo más generalizado en este contexto de manipulación
psicosocial, es justamente, la capacidad que tiene la CULTURA para
convertir lo “bueno” en “malo”, lo “hermoso” en “feo”, lo “justo” en
“injusto”, y la “mentira”, en “verdad histórica”.
También estas estrategias de CONTROL SOCIAL extrapolan determinados
VALORES de los entes, que están marcados para la INVERSIÓN CULTURAL,
porque poseen contenidos significativos inconvenientes para el sistema. Como
ejemplo tomemos el de las dictaduras, todos “sabemos” que son “malas”, sin
embargo esto no es cierto, es una VERDAD A MEDIAS.
Medio Chile sabe que el régimen de Pinochet no solo pudo ser “macabro”, “in-
humano”, “represor”; también fue nacionalista a ultranza, institucionalizador, y
anti-comunista, ya que libró a una colectividad entera de los extremismos de
izquierda y la anarquía que promueven. Pero he aquí la clave, detrás del
régimen de Augusto Pinochet hay una VERDAD ESCONDIDA, TAPADA,
VELADA, que puede quedar al DESCUBIERTO si tenemos la CAPACIDAD
GNOSEOLÓGICA de “pelar” las “cáscaras”, los “tapa-signos” ya sean
negativos o positivos, a través de un estudio serio, crítico y reflexivo del registro
histórico.
Para comprender mejor esta distorsión propiciada por la CULTURA
GLOBALIZADA, debemos introducirnos en el ámbito del REVISIONISMO
HISTÓRICO, y su campo de estudio: la REALIDAD detrás del registro histórico.
3. Revisionismo Histórico.
Para Ortega y Gasset los historiadores de profesión se limitan a coleccionar los
hechos históricos, lo cual no basta, pues los hechos históricos son solo la “piel
de la historia”. Unicamente mediante el análisis, la historia elevada por la
potencia analítica y comprensiva, diremos nosotros, podremos extraer su real
sentido. Por su parte Spengler afirma que “tratar la historia científicamente es
una contradicción, ya que hay la experiencia científica y la experiencia de la
vida, y la realidad histórica rebasa el área superficial de los hechos.” Es decir,
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