METAÉTICA PSICOLOGÍA SOCIAL | Page 20

Un matriarcado avalado en la heráldica natural de la hembra, con cientos de divinidades femeninas, así como un matriarcado real en la más alta esfera de la vida social: la corte. Tal vez por ello eran metaéticos y se sumergían sin miramientos en los rincones más profundos del inconsciente en busca de ese VALOR. Por eso los pueblos del pacto de sangre fundaron IMPERIOS, y los pueblos acólitos del pacto cultural, CULTURAS. Otra de las consecuencias de este dualismo socio-político de los pueblos antiguos fue la pugna entre las castas guerreras, propias del pacto de sangre, y las castas sacerdotales, propias del pacto cultural, por la supremacía del poder y el derecho legítimo de dirigir a las colectividades humanas. Diremos que esta disputa dura hasta nuestros días y tiene múltiples referentes históricos. Todo este drama esta encuadrado dentro de los ¿6000? años que abarca la historia oficial, pero no olvidemos que hay vestigios antidiluvianos que nos retrotraen hasta 15.000 o 20.000 años de antigüedad, y los restos arqueológicos de Tiwanacu y Sumer 6 son testigos silentes de un pasado remotísimo que tenemos el deber de recuperar. 2. La Cultura y el Hombre Moderno. Para comenzar diremos que el hombre moderno ha dejado de lado toda ponderación meta-física de su realidad para adherirse completamente al pacto cultural. Es decir, aceptar el mundo tal y como se le presenta, o se lo presenta la información mediática, tan difundida y diversificada en nuestros días. Así, siempre confía su formación cultural a terceros: canales de televisión, revistas periódicos, Web, etc. La cultura, ese convencionalismo de significados de aceptación generalizada, se ha convertido en su único referente axiológico y ontológico. Sumido en su daltonismo gnoseológico que le impone esa sensación de un tiempo falsificado en su esfera cognitiva y sensible, EL HOMBRE OCCIDENTAL HA SIDO AMPUTADO DE SU VECTOR DE BÚSQUEDA EXISTENCIAL TRASCENDENTE POR UNA INVERSIÓN DE BÚSQUEDA CULTURAL INMANENTE. La visión cultural de la historia rebaja o amplifica los significados, distorsionándolos en pos de un análisis racionalista que por lo mismo deja a un lado el SENTIDO, es decir, el fundamento del hecho cultural y el registro histórico. El racionalismo descompone los elementos sistémicos para tratar de comprenderlos, sin embargo la actualidad involucra lo irracional, y desde ahí la razón es insuficiente para traducir los significados de sent ido que son propios 6 La obra de Arthur Posnansky “Tiwanácu, La Cuna del Hombre Americano” ofrece innumerables pruebas de la colosal antigüedad de Tiwanácu. - 20 -